Segovia está llena de espacios que respiran historia. Calles, patios, fachadas y viviendas que guardan memoria, esperando nuevas miradas capaces de reinterpretarlas. Una de esas miradas pertenece a Lucía Cristóbal Marín, arquitecta y artista plástica que ha decidido convertir la creación de espacios únicos en su forma de vida. Tras más de una década viviendo en Alemania, Lucía regresa a su tierra natal para dar forma a ToDo también, un proyecto que nace con un propósito claro: transformar viviendas con potencial en hogares llenos de identidad, funcionales y contemporáneos, sin renunciar al alma. La empresa surge de la necesidad de construir y rehabilitar lugares que puedan ser vividos de verdad, donde la arquitectura y el arte convivan de forma natural», explica Lucía.

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El primer proyecto de la empresa se ubica en la calle Lope Tablada, una reforma que es toda una declaración de intenciones. Se trata de un piso de los años 60, situado junto a José Zorrilla, que ya está a la venta. La distribución original —pasillo largo, estancias cerradas, espacios desaprovechados— se transformó radicalmente. Lucía Cristóbal reorganizó las zonas clave para ganar amplitud, luz y fluidez, eliminando recorridos innecesarios y potenciando cada metro útil.

El color fue una herramienta esencial en el proceso: tonos intensos para la terraza, cocina y baño; blancos luminosos para las zonas de trabajo y aseo. El resultado no es solo una reforma, sino una experiencia estética. Como cierre, Lucía realizó una intervención pictórica inspirada en los elementos arquitectónicos de la vivienda, que convierte el espacio en una pieza cambiante según la perspectiva.

Pero ToDo también no es solo una propuesta artística: también es una apuesta inteligente y accesible. Cada proyecto busca optimizar recursos, trabajar con materiales de calidad y precios ajustados, y ofrecer viviendas competitivas en el mercado sin renunciar al diseño ni a la calidez. Cada rincón está pensado, cada decisión responde a una intención. Se piensa la casa. Se piensa el hogar. «No concibo una casa como un contenedor neutro. Cada línea, cada tono, cada textura tiene que tener una intención. Busco que las personas vivan rodeadas de belleza cotidiana», afirma Lucía.

Aunque a veces pueda parecer que habitas una galería de arte, el equilibrio entre forma y función es la clave: el toque justo de color para sentirlo hogar y vivirlo con comodidad. No se trata de un lujo inalcanzable, sino de demostrar que el buen diseño puede ser funcional, cercano y posible.

ToDo no es solo una empresa: es un manifiesto. Una apuesta por crear espacios con alma donde el diseño, la funcionalidad y la sensibilidad artística dialogan de tú a tú.

Y quizás no sea casualidad. Lucía creció rodeada de color, lienzos y pinceles. Es hija del reconocido artista segoviano Ángel Cristóbal, cuya trayectoria forma parte del patrimonio cultural de la ciudad. Pero su camino es propio: una nueva generación que no solo hereda sensibilidad, sino que la transforma en una forma de habitar el mundo.