Incendios Castilla y León
Miembros de Infoca de Andalucía colaboran en la extinción del incendio de Barniedo de la Reina (León) Img/ICAL

Expertos y trabajadores del operativo en Castilla y León sostienen que los incendios que han asolado más de 140.000 hectáreas desde mediados de julio en la Comunidad son «intratables». Según explicaron se alimentan de vientos erráticos de gran intensidad y durante varias horas, en un contexto de «inestabilidad atmosférica muy marcada», con rayos y reventones secos que empeoraban la situación. Así, zonas que estaban controladas «se volvían de nuevo incontrolables», lo que finalmente concluía en nuevos frentes, kilómetros de llamas y amenazas a poblaciones.

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«Yo nunca lo había visto. Lo que ha pasado es el inicio de lo que todos tendremos en el futuro», sentencia el director del Centro Operativo Provincial del Infocal en Granada y responsable del módulo de acción exterior desplazado a Castilla y León, Antonio Sánchez Anguita. “Te sientes hormiga frente a un tren que viene. No puedes parar eso, es inabarcable”, expresa, refiriéndose a la excepcionalidad de lo que ha sucedido en las últimas tres semanas en el noroeste peninsular

El responsable del operativo de la Comunidad Valenciana en estos incendios, Raúl Quílez, añade que se desarrollaban “inversiones térmicas por las mañanas que impedían la buena visibilidad”, con lo que hubo días que los medios aéreos “no podían salir a volar hasta las 14:00 o 15:00 horas y estaban muy limitados, en unas condiciones endiabladas”, algo en lo que coincide Sánchez Anguita, quien compara lo sucedido como si el hombre “quisiera parar una ola del mar con las manos”.

Bomberos forestales de la Generalitat de Valencia colaboran en la extinción de los incendios de Yeres e Igüeña, en León Img/ICAL

Mucho combustible vegetal

Quílez, doctor especializado en incendios forestales por la Universidad de León, declara a Ical que, además de la dificultad atmosférica se suma la importante cantidad de combustible vegetal por una primavera “anormalmente lluviosa” y una ola de calor que “ha batido récord de duración y temperaturas”. Todo ello aceleró este cóctel que se ha centrado, principalmente, en la provincia de León, con un fenómeno denominado ‘seca’, que “no es tan normal, como sí lo es en el arco Mediterráneo”. El valenciano explica también que “aquí este año tenemos un verano aparentemente normal, pero los 15 días de altas temperaturas que habéis tenido allí (en Castilla y León) no son normales”, admitió

A ello hay que sumar también la topografía, que “se puede atacar si solo es un incendio, pero con la simultaneidad y un reventón se desplazan a zonas más altas, inaccesibles”.

Los incendios en Castilla y León y la despoblación del medio rural

A juicio de Quílez, este tipo de incendios “son un síntoma de que hay algo en el territorio que no funciona como debe”. “Es como si uno está débil y al final aparece fiebre”, ejemplificó, para atribuir estos fuegos a la “falta de economía rural en muchos pueblos, que hace que no se esté abordando la gestión forestal, agrícola, la socioeconomía local”, que “lleva a carencias de territorio, que siempre ha estado modelado por la mano del hombre”. “Eso es el paisaje, y está cambiando. Y el fuego es un vector que acelera esos cambios”, advirtió.

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Al respecto, Sánchez Anguita vaticina que “lo que pasa en León es lo que habrá en todo el medio rural de España en el futuro”. “Se ha empezado por allí, pero nos espera esto y no tiene arreglo, porque está causado por la despoblación. El hombre es quien ha mantenido el monte limpio y solo lo salvaría volviendo a un sistema agrícola y ganadero como en los años 50, algo que ya es imposible. Ahora, cuando cae un rayo, alguien prende o se escapa una quema, sale llama hasta Asturias”, opina este experto del operativo andaluz.

‘Mediterraneización’ de la Cordillera Cantábrica

Otra de las causas de estos incendios, tal y como apunta Quílez, es la “mediterraneización’ de la Cordillera Cantábrica, que “ya es más parecido al Sistema Ibérico” que a sus propias características. En este sentido comenta que “los incendios de este año cuentan con componentes más parecidos a la parte este que a la occidental de la Península Ibérica”.

Bomberos forestales de la Generalitat de Valencia colaboran en la extinción de los incendios de Yeres e Igüeña, en León Img/ICAL

Dimensionamiento del operativo

Por último, consideró que en las condiciones de estos incendios es “muy complicado hacer frente a la simultaneidad” de fuegos, independientemente del operativo.

Además, rechazó que “se pueda tener un operativo autonómico dimensionado para una campaña de incendios como la que se está dando este año, porque estaríamos multiplicando por ocho o diez el personal y el gasto”, con lo que la mayoría de los años “no haría falta tanto”. Según el experto, ahí es donde se observa la colaboración con el resto de comunidades autónomas, el Gobierno y la UE, con “mecanismos para sumar muchos medios y hacer frente a eventos y emergencias de estas dimensiones, como sucedió con la Dana”.

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En la misma línea Sánchez Anguita sostiene que “no puedes dimensionar un operativo para algo que sucede cada 30 años”. A su juicio, refiriéndose al incendio de Barniedo de la Reina en el que trabajaron, “ni todos los medios que se puedan pedir pararían eso”. “El incendio era tan grande que los medios aéreos, que tiraban agua donde podían y les dejaba el humo, estaban escupiendo en un vaso ¿Qué haces con un frente de cientos de kilómetros? no hay manera, es imposible, es cuestión de rendimiento”, reflexiona.

Miembros de Infoca de Andalucía colaboran en la extinción del incendio de Barniedo de la Reina (León) Img/ICAL

Además, considera que “si llevas cientos de personas no puede ser a costa de dejar vacía Murcia o Andalucía”. “Si fuera solo el incendio de Barniedo, solo el personal de Castilla y León se hace con el fuego. Pero había tantos a la vez que era parar una ola con las manos. El ser humano llega hasta donde llega. Prendía a la vez León, Palencia, Zamora, Salamanca, Asturias, Orense… Si solo hubiera sido Castilla y León, pues con un equipo por comunidad le metemos mano, pero somos humanos todos”, concluyó.