Cuatro pueblos de Segovia con rutas nocturnas de marcha nórdica para disfrutar de la provincia y el deporte de una manera diferente.
En total, la Diputación de Segovia y Territorio Rampinge ofrecen 10 rutas de marcha nórdica por la provincia de Segovia. Y cuatro de ellas son por la noche, en horario nocturno.
Con la puesta en marcha de esta nueva entrega, pretenden extender la posibilidad de descubrir la provincia, a través de la marcha nórdica.
Descubrir la belleza del cielo y las estrellas de Segovia
Las rutas de marcha nórdica nocturna están planteadas de cara al verano, para mitigar el calor. Y también para poder disfrutar del cielo segoviano, que cuenta con certificación Starlight.
En concreto, esos recorridos nocturnos serán en Sotosalbos, Cuevas de Provanco, Garcillán y Castrillo de Sepúlveda.
Por su parte, las rutas diurnas serán por Arahuetes, Languilla, Zarzuela del Pinar, Madriguera, Navas de Oro y Palazuelos de Eresma.
Las distancias van desde los siete hasta los once kilómetros.
«Una selección que deja clara la variedad de escenarios y ecosistemas que ofrece la provincia en sus diversas comarcas», apuntan los organizadores.
Socializar a través del deporte
La marcha nórdica es una actividad que puede ser compartida entre distintas generaciones. Además, da pie a conocer gente nueva o, incluso, a reencontrarse con alguien.
Se trata de un ejercicio suave pero efectivo, como han explicado tanto Nuria San Frutos como Otero de Pablo de Territorio Rampinge.
Tan sólo precisa de unos bastones especiales para desarrollar una técnica con la que se mueve el 90% de los músculos del cuerpo y con poca sensación de esfuerzo. Estas características convierten la marcha nórdica en una práctica accesible a un amplio abanico de gente, con beneficios para su salud.
También las responsables de Territorio Rampinge han indicado que sirve “para desconectar, disminuir el estrés y descansar mejor”. Entre otras ventajas, apuntan además mejorar la postura corporal, aliviar tensiones o molestias musculares.
También se trabaja en la coordinación y el equilibrio, se previenen caídas y accidentes, “ayuda a respirar y conectar con la naturaleza y mantiene a raya enfermedades como la tensión alta o la diabetes”. Según han agregado, cualquier persona, desde los nueve años de edad y que pueda caminar, es apta para la marcha nórdica.