Los vecinos y vecinas de Pinarejos se han manifestado contra el proyecto de construcción de una planta de biometano en el municipio.
Fundamentalmente, el motivo de esta concentración es que “oyeran nuestra voz y nuestra negativa a la implantación de la infraestructura”, según ha explicado la portavoz de la Plataforma ciudadana de Pinarejos, Eva Monllor, alegando en las pancartas los diferentes motivos y perjuicios de la planta.
Asimismo, se han leído una serie de manifiestos y se ha hecho una alegación hacia el alcalde de la localidad “por no haberse manifestado ni a favor ni en contra”, para pedirle “que de una vez tome una posición y decirle que está en sus manos parar esto”.
Meses de reivindicaciones
Los vecinos y vecinas de Pinarejos crearon a finales de noviembre la Plataforma ciudadana de Pinarejos y de la comarca oeste. A través de ella transmitieron su desacuerdo y disconformidad con el proyecto de construcción de una planta de biometano promovido por las empresas Mapfre, IAM Carbonzero y Avante, según explica la portavoz.
“No estamos en contra de las plantas de biometano, estamos en contra, en concreto, de esta”, asegura Monllor. También expone que los motivos de su negación a la implantación de esta infraestructura se basan en la proximidad al pueblo, “está a escaso kilómetro y medio”. Para acceder a la zona donde quieren ubicarla asegura que es necesario el tránsito de camiones por el casco urbano “entrando por la zona del colegio, causando peligro para los más pequeños y pasando por casas en dirección a las localidades de San Martín y Mudrián”.
Además, insiste en que esta planta, según los datos conocidos, producirá 122.000 toneladas anuales “el tránsito de camiones va a ser de uno por cada 20 minutos”. Estos vehículos, siendo de 25 toneladas, transportarán residuos “no hay macrogranjas en los alrededores” y, en la zona de Pinarejos, “hay extensiones de cultivo pequeñas”, por lo que señala que no van a poder suministrar a esta planta para llegar a las cantidades que pretenden producir “lo que van a tener que hacer es traer en camiones ese residuo desde otras zonas”.
Transporte y residuos
Monllor asegura que en la zona tienen previsto abrir otras plantas, como en Carbonero, Cuéllar y en Navas de Oro. “La zona no puede alimentar tantas plantas por lo que los residuos vendrán de lejos y no sabemos tampoco con que los mezclarán”. Esto, señala la portavoz, producirá malos olores en las localidades, así como ruidos y desgaste de la carretera, sin olvidar las emisiones de dióxido de carbono. “Sano no es”, apunta.
“Las plantas emiten gases inoloros”, y al tratarse de una zona de pinares con proximidad a la planta, “cualquier brizna que se pueda prender y que llegue con el aire a los pinares, puede crear una catástrofe”, destaca la portavoz.
Por su parte, subraya que la planta tiene unas “grandes piscinas” de biofertilizante. “No nos dicen como se va a tratar” por lo tanto, declara que la parte sólida “nos la están vendiendo como un magnífico fertilizante” pero el resultado “tiene la misma cantidad de nitrato que los purines originales si no se trata”. “Hay una parte que tiene grasas que no se puede volver a revertir a la planta” por lo que se pregunta qué van a hacer con esos restos “¿dónde lo van a almacenar o evacuar?”.
Contacto con las entidades implicadas
Para exponer su malestar y hacer ver su postura ante esta decisión, desde la Plataforma se han dirigido a Mapfre a través de una carta, a la “que no ha obtenido respuesta”. «Con IAM Carbonzero hemos tenido conversaciones en la reunión informativa que hicimos nosotros y, sobre todo, en la que hicieron ellos” en la que, detalla, hicieron objeciones a través del email y preguntas “que nunca han contestado de forma adecuada”.
Asimismo, mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento el pasado domingo, en concreto, con el alcalde de Pinarejos que, afirma Monllor, fue “infructuosa y larga”. Le expusieron los motivos económicos, técnicos, medioambientales y sociales y se le dijo que le podrían dar ayuda si quería parar el proyecto, pero, para eso, debería definirse y “no se definió”, lamenta la portavoz.
En este sentido, explica que dos concejales de su propio grupo político “dijeron que estaban en contra” pero que, por desgracia, “el alcalde no ha convocado ningún pleno y ha rehusado toda ayuda». Sin tener en cuenta sus peticiones de posicionarse y, la inacción “puede llevar a que coloquen la planta”, sentencia Monllor.
La única objeción que hizo el alcalde, recuerda la portavoz, fue en materia económica. Aseguró que este proyecto dejaría beneficios para el pueblo, a lo que la Plataforma mostró su desacuerdo, ya que “tiene unas características fiscales especiales que al pueblo no le va a revertir en nada, porque economía circular no existe” y “no va a generar empleo”.
Manifestación
Las obras de construcción se encuentran en una fase previa, en la que la empresa ha presentado permisos para arqueología, solicitado información urbanística, pero todavía el proyecto y la medioambiental completa “no está presentada”. Una vez así sea, con el objetivo de presentarla a finales de 2025, entraría en funcionamiento en 2026.
Para evitar que así sea, la primera acción social que llevo a cabo la Plataforma fue la convocatoria de una reunión informativa para todo el pueblo con la presencia de expertos. Pero “en vista de los escasos resultados conseguidos a partir de los encuentros con los diferentes organismos”, convocaron una manifestación.
Otras acciones
A la espera del resultado que obtenga de dicha manifestación, desde la Plataforma tienen previsto “que si continúan con la idea de la implantación haremos todo lo que la ley nos ampare”, por medio del escrito de cartas públicas a Mapfre y seguir “hasta el final” con las diferentes alegaciones oportunas, aunque, esperan no llegar a ello.
“Nadie quiere estar en un pueblo donde huele mal y una zona donde se puede comprometer la salud”. Con estos argumentos, Monllor asegura que, en Pinarejos, si sale adelante el proyecto, el valor de los inmuebles y propiedades se devaluará y que la gente se marchará, lo que ocasionará que haya más despoblación. Por ello, expresan su miedo a que el pueblo “tienda a desaparecer”.