La Gimnástica Segoviana ha venido a la Primera Federación a sufrir. Es absurdo negar la evidencia. El equipo de Ramsés compite, eso es innegable, pero sufre desconexiones que le cuestan goles. Los dos tantos recibidos este viernes en Tarazona son imperdonables. Dos ejercicios perfectos de falta de tensión defensiva. Y si el partido terminó en empate (2-2) fue porque el Tarazona no fue mejor que la Segoviana en todo el choque y cometió dos errores impropios de la categoría en defensa que le costaron dos goles.
De blanco y con vocación ofensiva
La Segoviana no se presentó mal en el feudo aragonés. Quiso el balón, combinó con criterio al son de Juan de la Mata y Fer Llorente y sin generar excesivo peligro, sí que puso sobre el tapete una intención preciosista y eficiente. El gol llegó con un balón de Borrego desde la izquierda que peinó Juan de la Mata y que remató Hugo Díaz con la connivencia de zagueros y portero local. Tiene el gallego una capacidad bárbara de estar siempre donde hace falta para rematar a gol de cabeza.
Ha tenido pocos partidos más plácidos la Segoviana fuera de casa como el que se vio en la primera mitad. El Tarazona parecía ser visitante y no se acercaba a la portería de Carmona. Y la Gimnástica parecía no querer hacer más daño, porque tampoco generaba nada.
Davo se queda en el banquillo
Sorprendió Ramsés dejando a Davo en el vestuario en la segunda mitad dando entrada a un Gómez, que sigue voluntarioso, pero romo en ataque. La Segoviana necesita al de Trescasas; un futbolista con actitud y arrojo, pero que ahora mismo ni chuta ni remata. Y es un nueve. Volverá, porque lo tiene dentro y porque La Albuera y su entrenador le tienen mucha fe. Lo que quiera que intentara Ramsés no salió bien, porque el Tarazona hizo el empate en jugada individual de Adrián Fuentes que encontró una autopista para recibir, conducir, encarar y pone un disparo lejos del alcance de Carmona. Golazo sí, pero a los jugadores de la Gimnástica solo les faltó aplaudir.
Reaccionó bien la Segoviana y embotelló al Tarazona que, de nuevo, parecía no querer saber nada de atacar. El partido entró en un tempo de sopor, con acercamientos sin peligro alguno, hasta que el Tarazona casi sin querer se puso por delante después de un lamentable malentendido de Molina con Carmona, que no supieron gestionar un balón sin ningún peligro que rondaba el área pequeña. Fue Llácer el que metió el balón dentro de la portería gimnástica, por aquello de que no se lo apuntaran al central alicantino de la Segoviana.
Nervios, frustración… y gol
Quedaban once minutos más el alargue y la Segoviana estaba grogui. Los cambios no habían dado mucho resultado, pero el gen competitivo de los de Ramsés salió a relucir con el último arreón. Corría el minuto 95 y con el equipo a la desesperada, un balón desde la derecha pilla a Abel Pascual en el área pequeña local, con los pies en el suelo y el portero vencido antes incluso de que el central impacte con el balón. Pase a la red de cabeza. Y los gimnásticos lo celebraron junto a los fieles segovianos que se desplazaron a Tarazona.
Tendrá que ser Ramsés el que saque lecturas del partido pero, dede fuera, asusta la capacidad que tiene el equipo de complicarse la vida en encuentros en los que logra adelantarse, y que parecen absolutamente controlados.
La Segoviana es uno de los equipos más goleados del grupo y no está ni mucho menos entre los mejores fuera de casa. Su fortaleza en casa le sostiene, de momento. Después de tres semanas sin ganar – dos empates – los de abajo se arriman y aunque los de la zona media no están ni mucho menos lejos, no conviene afrontar cada partido en casa con la imperiosa necesidad de ganar, porque no siempre va a ser posible hacerlo.
El próximo fin de semana toca el Sestao en La Albuera. Partido importante, como todos, pero clave para saber si el mes de noviembre puede ser tranquilo, una montaña rusa de emociones o un tormento. Veremos.
SD Tarazona: Fuoli, Camus, Chechu (Javi Martín, m.46), Vadik, Areso (Rico, m,74), Romero, Cubillas (Pradera, m.63), Mena (Cerdeño, m.86), Juan Rodríguez, Fuentes y Llácer.
Gimnástica Segoviana CF: Carmona, Silva, Abel, Sergi Molina, Chupo, De la Mata, Fer Llorente (Astray, m.73), Hugo Díaz, Javi Borreguero (Fernán, m.85), Berlanga y Davo (Diego Gómez m.46).
Goles: 0-1, (m.12), Hugo Díaz; 1-1, (m.47), Adrián Fuentes; 2-1 (m.79), Llácer; 2-2 (90+5), Abel.
Árbitro: Martínez Montalbán, de la Región de Murcia, auxiliado en las bandas por Campoy Candela y López Pascual. Amarillas al local Javi Martín; a los visitantes Fer Llorente y Abel.