El alcalde Segovia, José Mazarías y el concejal de deportes, Jesús Garrido, inspeccionan las obras en la Albuera/ Ayuntamiento de Segovia

Los méritos deportivos y sociales de la Gimnástica Segoviana han ido motivando a salto de mata parches en el Municipal de La Albuera. Con todo lo invertido en la improvisación y en las urgencias, a buen seguro podría haberse adecentado de una vez la instalación para que no hubiera que acometer inversiones públicas casi todos los años.

En esta oportunidad le toca el turno a una de esas mejoras que tanto espectadores como el propio club a través de sus futbolistas venía demandando desde hace años: una iluminación digna para el estadio. Ha tenido que ser la exigente directriz de la competición de la Primera Federación la que haya obligado a acometer esas medidas. Bienvenida sea.

Lo que antes era imposible, ahora no lo es tanto

Durante muchos años se dijo por activa y por pasiva que en el particular de acomodar la potencia lumínica de las torres de La Albuera al estándar marcado por la competición era una inversión monstruosa e inviable. Ahora parece no serlo. Los primeros trabajos incluyen la realización de zanjas y canalizaciones para colocar la nueva instalación eléctrica, adaptándola a las actuales tendencias de reducción de consumo de energía y de contaminación lumínica, cuenta el Ayuntamiento.

En enero acaban las obras… o puede que antes

La empresa tiene de plazo hasta mediados del mes de enero para ejecutar estas obras que cuentan con un presupuesto de 421.523,27 euros, una vez aplicado el 13% de gastos generales, el 6% de beneficio industrial y el 21% de IVA – según informa el propio consistorio- pero la intención del Ayuntamiento es que estén finalizadas la primera semana de diciembre para que la nueva iluminación pueda estar disponible si la Segoviana logra pasar a la segunda ronda de Copa del Rey.

El césped y demás… para otro momento

Esta no puede ser la última de las mejoras que se implementen en La Albuera toda vez que la situación deportiva de la Gimnástica sigue en un constante ascenso y la afluencia de aficionados ronda los 2.000 espectadores de media. Cerrar con gradas el perímetro del terreno de juego, cambiar el césped o adecentar la zona de prensa son mejoras que tiene que afrontar el Ayuntamiento en una instalación vetusta y que debe adaptarse a la competición en la que se encuentra inmersa el club más representativo de la capital. Todo no podrá ser a la vez, pero deberá afrontarse.