Sin tiempo para celebrar la primera victoria en liga y con la esperanza de poder contar con Borrego y David López que evolucionan muy favorablemente de sus lesiones, la Gimnástica viaja a Navalcarnero este domingo (16.30h) para enfrentarse a un rival con el que siempre hay cuentas pendientes. Y eso que puede decirse que son de la misma provincia (porque durante mucho tiempo lo fueron) y de hecho se trata de localidades hermanadas.
La Sego no tiene muy buenos recuerdos de Navalcarnero en la historia reciente de sus enfrentamientos. Dos derrotas y un empate – a cero el pasado curso – es el exiguo botín gimnástico en el Mariano González. Tampoco olvidan los aficionados azulgrana el envite de la última jornada de hace dos cursos entre madrileños y el Marino de Luanco, donde un gol postrero algo extraño de los asturianos acabó con la Sego en el play out de descenso.
En lo deportivo, el Navalcarnero viene de una derrota a domicilio en la primera jornada (2-0) en el campo del Cacereño. El plantel que prepara José Antonio Portillo ha sufrido una profunda transformación con bajas importantes y sus correspondientes refuerzos, por lo que el handicap de la adaptación al nuevo modelo puede ser determinante.
Aunque todavía es pronto para mirar la clasificación como algo a tener en cuenta, lo cierto es que la Gimnástica es segunda, con el mismo bagaje de puntos que los otros cuatro que lo acompañan en las posiciones de privilegio.
Presencia de aficionados en Navalcarnero
Habrá segovianos en las gradas. Aunque no se ha llenado el autobús puesto a disposición de los socios por la directiva, todo hace indicar que habrá expedición, aunque quede alguna de las cuarenta plazas por cubrirse. Lo que sí está asegurado es el ambiente festivo, porque la localidad está en fiestas.