Comunicado íntegro del padre de Olivia, Eugenio García tras la publicación, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León de su condena por malos tratos:
Olivia ya no está, y nunca volverá.
Ha sido presuntamente asesinada por su madre con sólo 6 años. Esta es la durísima realidad. Tenía toda la vida por delante. Su madre, única responsable nos la arrebató. A ello ha contribuido un sistema judicial imperfecto y una ley de violencia de género que acaba con la presunción de inocencia del varón.
Queremos en todo caso trasladar el agradecimiento de Eugenio, el padre de la pequeña Olivia, por el cariño recibido de todo Gijón, Segovia y de toda España. Así, como reiterar su apoyo a la familia de la Sra. Martínez.
Tras las recientes noticias publicadas en diferentes medios de comunicación sobre la condena a D. Eugenio García por un delito de malos tratos, queremos manifestar que:
1.- Preocupa enormemente que el origen de la noticia, sea una información facilitada por el TSJCyL. Una información interesada y sesgada. Pues se centra en el único pronunciamiento de condena, omitiendo los de absolución, a pesar del calvario judicial sufrido por Eugenio desde que propusiera el divorcio a la Sra. Martínez. El Sr. García fue condenado por un delito malos tratos en su pena mínima, por la mera declaración de la Sra. Martínez, siendo absuelto respecto al resto de delitos por el que se le acusaban, como puede comprobar cualquier persona que haya tenido acceso a la sentencia facilitada incomprensiblemente por el TSJCyL.
En síntesis, y en los propios términos empleados por la sentencia de 11 de febrero de 2020, el testimonio de la Sra. Martínez presenta contradicciones, lagunas, es parcial, omitiendo importantes detalles. Que la Sra. Martínez falta a la verdad u omite datos que entiende que la desfavorecen.
En la misma sentencia se refiere que la Sra. Martínez acusa al Sr. García de maltratar a la niña, declaración refutada por la empleada de la guardería, hasta el punto de referir la alegría de Olivia cuando la recogía su padre mientras su madre nunca lo hacía.
Que, así mismo, los informes de los psicólogos informan que el relato de la Sra. Martínez contiene notorias falsedades. O como la empleada del hogar refiere que “ella era la que llevaba la voz cantante en la casa, no él, que la persona que tenía más peso y carácter en la casa era Doña Noemí y que el acusado se arrugaba”. Un hecho aislado, sobre el que Sr. García siempre ha defendido su inocencia, hasta el punto de que un Juez le otorga finalmente la guardia y custodia de la niña, la pasada semana.
Para constatar finalmente que la violencia en la pareja no era la del Sr. García sino la de la Sra. Martínez que asesinó presuntamente a su hija, la pequeña Olivia. Resulta evidente que con quien corría peligro la niña era con su madre.
El propio juez refiere que “no es muy congruente con el aura de dominación típica de la violencia machista que sea él y precisamente él que se conciencia de que la relación entre ellos era inviable e insalvable quien quiera cortar la misma”.
Una condena que se repite todos los días en muchos juzgados de toda España ante la perversión de que un hombre tenga que acreditar en la intimidad familiar que no ha maltratado a su pareja, pero la mujer no tiene nada que acreditar. Estas son las consecuencias de la Ley de Violencia de Género, pues esta perversión se traslada a los procesos de familia, en los que, por presión política y social, se tiende a velar más por los intereses de la madre que por los derechos de los menores. Actualmente se están valorando la posibilidad de interponer acciones contra el TSJCyL, pues ningún castellano leonés, puede sentirse seguro ya con respecto a la privacidad de sus actuaciones judiciales en Castilla y León, ni que estos sean tratados objetivamente. Un TSJCyL, que nada ha dicho de la denuncia registrada ante la Guardia Civil por sustracción de menores contra la Sr. Martínez, interpuesta por Don Eugenio el pasado 10 de enero de 2022, y cuya única actuación ha sido la designación de procurador y abogado de oficio el 21/10/2022, 10 meses después.
2.- Lo que se juzga actualmente es el presunto asesinato de una niña de 6 años por su madre. Una madre que sirviéndose de la confianza de su hija, presuntamente la intoxicó para asesinarla, mediando el engaño en la alimentación, prevaliéndose de su superioridad y violando el íntimo vínculo materno filial de confianza por el que ningún niño espera que su madre lo asesine. A lo largo del procedimiento por asesinato de la pequeña Olivia, se acreditará la premeditación y alevosía con la que actuó la Sra. Martínez, madre de la niña, a la que recogió de brazos de su padre en Segovia para presuntamente asesinarla 6 horas más tarde en Gijón. Se demostrará la quiebra del sistema judicial en el ámbito de la violencia de género, la mentira en la que vivía la Sra. Martínez y la connivencia de un sistema judicial, en el que pocos jueces se atreven a tomar decisiones que protejan al menor cuando hay la mínima sospecha de mediar maltrato si el favorecido con la custodia es el padre.
La injustificada reacción del TSJCyL no es más que un intento de culpabilizar al magistrado que otorgó la guardia y custodia de la niña a su padre, cuando es esta institución la que debería haber proscrito la deriva judicial de la Sra. Martínez que supuso un calvario para Eugenio y su familia. Quiero recordar las palabras de Eugenio, esto no va de hombres ni de mujeres, va de buenas y malas personas, pero sobre todo de proteger a los niños, los más vulnerables y a los que realmente debemos proteger de un sistema que los subordina en pos de los intereses de los adultos en conflicto. Reiteramos el agradecimiento de Eugenio por todas las muestras de cariño recibidas y su total apoyo a la familia de la Sra. Martínez, e instamos a los medios de comunicación a no enturbiar la memoria de la pequeña Olivia que adoraba a su padre.
Estamos hablando del presunto asesinato de una niña, de nada más
Representación Procesal de D. Eugenio García Martínez: Daniel Labrador de la Cruz- Ignacio Blanco Urizar