El Ayuntamiento de Segovia ha ejecutado las obras de acondicionamiento de la Real Cacera de Regantes de Enrique IV, una de las infraestructuras hidráulicas más antiguas y todavía en uso de cuantas se conservan. El alcalde, Pedro Arahuetes, acompañado de las concejalas de Patrimonio Histórico, Claudia de Santos, y Medio Ambiente, Paloma Maroto, ha seguido parte del recorrido de la Cacera y comprobado el resultado de las obras de mejora.
La Real Cacera de Regantes toma el agua del primer azud del río Eresma por encima del Puente de la Fábrica de Loza. La Cacera que discurre por el barrio de San Lorenzo dividiéndose, a lo largo del recorrido, en tres tramos, uno bajo la calle San Vicente el Real, otro que sale por la calle Cardenal Zúñiga donde a su vez parte un ramal hacia la calle Echarpiedra, y un tercero que baja por la calle de los Molinos.
Las noticias documentadas más antiguas que se tienen, sobre esta red, se remontan al siglo XV, en concreto al año 1.441 cuando el cabildo de los herederos de los huertos que antiguamente regaba el agua que sale de Eresma se reúnen para dotarse de nuevas Ordenanzas, basándose en “un libro viejo antiguo” debido a que se habían producido graves altercados entre los regantes por el reparto del agua.
Los regantes, se organizaban de la siguiente manera: se dividían en cinco cuadrillas, según la situación de las diferentes huertas a regar, distribuidas por toda la zona y situadas en ambas márgenes del río: cuadrilla de San Vicente, de San Lorenzo, del Baño, de En Medio y cuadrilla de Santa Cruz.
La limpieza de la cacera debía realizarse en un único día para que las huertas no estuvieran mas tiempo sin agua, “ocho días después de Santo Juan de junio”.
Hasta el siglo XX la cacera también abastecía agua corriente a la única fuente del barrio de San Lorenzo, la situada junto al puente, y los regantes tenían la obligación de mantenerla limpia.
En 1980, la Comunidad de Regantes que mantiene la producción de las huertas cumpliendo así las ordenanzas y reglamentos de la Cacera, se inscribe en el Registro de la Propiedad de Segovia.
Aunque la mayoría del recorrido de la Cacera se encuentra bajo tierra, la estructura sigue, básicamente, intacta y la Comunidad de Regantes sigue encargándose de su mantenimiento.
Gracias a la subvención del Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo, el Ayuntamiento ha subsanado las roturas detectadas en la red general, su correcto funcionamiento e incluido el diseño de piezas decorativo-ilustrativas de esta red de riego para evidenciar su trazado y darlo a conocer al público en general.
El Caño del Obispo, también ha sido rehabilitado
En el mismo presupuesto, de 93.000 euros, se incluye la intervención realizada en el conocido como Caño del Obispo. Se trata de una fuente de gran envergadura, adosada a la ladera y esculpida en piedra caliza. El agua sale por un caño y se recoge en un pilón.
El nombre de Caño del Obispo puede que proceda del tiempo en que esas tierras pertenecieron al obispado, estamento que después lo cedió a quienes trabajaban las tierras.
La fuente, situada en el antiguo Camino de Bernuy, lleva en desuso años lo que ha provocado su abandono y progresivo deterioro que ahora el Ayuntamiento ha subsanado sustituyendo y remodelando los abrevaderos.
Todas estas actuaciones, en su conjunto, que se completan con la instalación de piezas de cerrajería decorativa, la colocación de tres puertas, una fuente y una rejilla de cubrición para el canal de la zona peatonal que une la casamata con la plaza, constituyen la apuesta de este Ayuntamiento por destacar el valor de la Cacera de San Lorenzo como parte fundamental de nuestro patrimonio histórico, industrial y actual ante todos los segovianos y quienes nos visiten.