La Gerencia Regional de Salud quiere mantener a raya la otra pandemia, la de la obesidad infantil, y por ello ha pedido a los médicos de Atención Primaria que afinen en la detección y en el control de este problema de salud que ya no es emergente, sino que está agravándose. Para ello, quiere que se mejore el seguimiento desde los centros de salud en niños de dos a 14 años y que a los diagnosticados se les realice, al menos, dos controles de peso al año, junto a las recomendaciones de dieta y cuidados que conlleva.
Esta petición no es nueva, pero desde Sacyl se pone énfasis en la planificación de este año, al tiempo que también se solicita a los centros que incidan en la detección precoz del maltratro en niños. La indicación es que aprovechen las revisiones habituales en la infancia para que hagan un cribado de sospecha, y pone como objetivo, al menos, en el 80 por ciento de los casos de dos a 14 años. También, piden que sigan incidiendo en la vacunación infantil, campo en el que la Comunidad puede presumir de altos porcentajes de cobertura, que no se quieren perder.
Lo explica a Ical el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud y gerente regional de Sacyl, Jesús García-Cruces, quien sitúa estos tres aspectos como prioritarios en la cartera de servicios de Atención Primaria, ya que una detección precoz y una tratamiento adecuado, en especial en el caso de la obesidad infantil, puede evitar patologías de calado en la edad adulta. No en vano, la obesidad está considerada como uno de los principales factores de riesgo de numerosos problemas crónicos de salud, desde la enfermedad coronaria y cerebrovascular, pasando por la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y algunos cánceres.
Problema latente
Lo cierto es que las cifras de obesidad infantil en Castilla y León se están controlando, pero es un problema latente que obliga a vigilar. Los últimos informes anuales del Sistema Nacional de Salud y el histórico de la Encuesta Nacional de Salud consultados por Ical arrojan que afecta a un 5,6 por ciento de los niños de la Comunidad, dato que en España se dispara hasta el 10,3 por ciento. Las cifras se alejan de territorios como la Región de Murcia, que lidera la tabla con un 14,2 por ciento de niños obesos entre dos y 17 años, y Navarra y Aragón, donde no llegan a un tres por ciento, con un 1,4 y un 2,5 por ciento, en cada caso.
En la última década, la Comunidad no sólo ha contenido las cifras, sino que ha logrado rebajarlas medio punto, cuando en el conjunto del país crecieron en 0,7 puntos. De hecho, en la evolución nacional se observa que desde 2003, con un 8,5 por ciento, la obesidad infantil aumenta de forma discreta pero constante, hasta alcanzar los niveles de hace tres décadas con ese 10,3 por ciento. Si bien, en Castilla y León, desde 2006 (último dato territorializado), la tendencia ha sido decreciente, al pasar de un 7,62 al 5,6 por ciento actual.
No obstante, si se consideran las cifras de exceso de peso, que son la suma de obesidad y sobrepeso, el dato se mantiene, con un 23,47 en la actualidad, muy similar al 23,17 de hace una década. Esto se traduce en que uno de cada cuatro niños de la Comunidad tiene exceso de peso. En España, se ha pasado de un 27,61 a un 28,56 por ciento.