Un uso muy diferente para el que se creó. Un lugar para expandir la cultura segoviana, para encontrar un nuevo espacio en el que distintas influencias artísticas se den cita bajo un mismo techo. Un lugar en el que cada rincón desprenda arte. Con este propósito se están llevando a cabo las obras de la antigua cárcel de Segovia. El fin de las obras del nuevo centro cultural de la ciudad se acercan y Segoviaudaz.es ha querido pasarse por ellas para contaros cómo va a ser la nueva ubicación de la cultura en la Ciudad del Acueducto.
Las obras, que comenzaron en julio de 2010, ya nos dejan entrever dos pabellones que se dedicarán a exposiciones, realización de cursos y talleres, conciertos, y a las artes escénicas. Algo más de 500 metros cuadrados cuya previsión de finalización de obras será a mediados de febrero de 2011. Unas obras, que se están llevando a cabo de la mano de la empresa Hidegón, que se encarga de ambos pabellones; y la empresa Mestolaya, que se encarga del acondicionamiento del entorno exterior. A pesar de la cantidad de filmación de películas en esta ubicación, las obras sólo se han paralizado desde julio, 15 días, para el rodaje de Torrente 4, que fue la única película que requería que se detuvieran.
El proyecto «Liber-arte», está financiado con el Fondo Estatal de Inversion 2010 con un presupuesto que ronda los 800.000 euros. Una de las salas, el pabellón multifuncional, cuenta con 245 metros cuadrados bajo los que se albergarán conciertos, exposiciones, se llevarán a cabo talleres y cursos…todo ello en una sala virgen; amplia y muy luminosa, en la que aparte de los baños y una sala para control de luces, una garita desde un segundo piso al que se accede por una escalera de caracol, realizará las funciones de sala de control.
A falta de auditorio en esta ciudad, buena es la creación de otro aunque en dimensiones menores, en el segundo pabellón de la antigua cárcel de Segovia. La sala cuenta con unos 300 metros cuadrados a los que se accederán a través de una entrada en la que se situará la taquilla. Las dotaciones cuentan además de los baños, con un sótano que servirá para almacenar material, una sala de control, para sonido y luces y unos camerinos. La caja escénica, en la que se colocará el escenario, está siendo construida con un telón cortafuegos para seguridad de las 280 personas aproximadas que podrán entrar en el graderío con el que cuenta el teatro.
Las obras llevadas a cabo, finalizarán, además del rematado de pintura, con la instalacion de un equipo de cine y audio básico, que más tarde será complementada con la instalación de un equipamiento más especializado y una iluminación escénica que bautizará la nueva sala cultural de la ciudad.
Para ver la restauración y conversión del total del edificio de la cárcel, habrá que esperar un poco más. De momento, el nuevo gran centro cultural, ya se encuentra saneando sus instalaciones, techumbres y paredes; y ya se está retejando y renovando su cubierta. Pero eso, claro está, tendremos que esperar un poco más para verlo, pero sobretodo, para disfrutarlo.