Ángel Velasco Marugán (Segovia, 1986) lleva más de quince años dedicado profesionalmente al fútbol sala. Debutó en la élite con el Boomerang Interviú en la temporada 2004-05 de la mano de Jesús Candelas. CD La Escuela Caja Segovia (2005-2010); FC Barcelona (2010-16); KPFR ruso (2016-21) y Real Betis Futsal, donde milita en la actualidad, completan una trayectoria en la que Lin – así lo conocen todos – ha logrado cuatro ligas españolas y una rusa; tres copas de España y una Supercopa, cuatro Copas del Rey, dos Uefa Futsal y una Copa Intercontinental solo en el ámbito de clubes. Un campeonato de selecciones territoriales con el combinado de Castilla y León, tres Eurocopas y un subcampeonato mundial también figuran en su palmarés. Con el combinado nacional acumula cerca de 130 internacionalidades.
Pese a este panorama tan galáctico de títulos colectivos, Lin mantiene la ilusión y la energía suficiente como para pensar en continuar jugando al fútbol sala «unos cuantos años más». «Me cuido, tengo ilusión y ganas de seguir jugando, no me planteo la retirada», reconoce Lin en amena charla con Segoviaudaz.es desde su casa en Sevilla y al poco de terminar un entrenamiento con su equipo.
Las primeras patadas al balón, en el barrio de San José
El primer recuerdo deportivo de Lin es en las pistas de asfalto del barrio de San José, mientras que sus primeros pasos competitivos forman parte del proyecto del equipo de Nueva Segovia. «De ahí pasé al fútbol siete, que se me daba muy bien y me gustaba y luego al fútbol once», cuenta. En el fútbol grande no encuentra su sitio «porque jugaba de centrocampista y era muy pequeño para jugar en esa posición, no tocaba mucho el balón y no me divertía», relata. Desanimado por su experiencia futbolera, Lin abandona un tiempo el deporte federado hasta que con 13 -14 años regresa al fútbol sala con las Escuelas del Caja Segovia y allí coincide con jugadores como Alvarito o Rubén, actual compañero en el Real Betis.
Progresión meteórica
Después de un paso efímero por la Liga provincial, Lin es reclutado por el Caja Segovia para completar entrenamientos del primer equipo con José Venancio López de entrenador. Corre la temporada 2004-2005 y el Boomerang Interviu – la temible máquina verde – necesita jóvenes jugadores que completen un plantel lleno de estrellas como Daniel, Schumacher, Marquinho o los hermanos Andreu y Joan Linares. Es el propio Daniel el que recomienda al Inter la incorporación de Lin, que sale cedido de Segovia rumbo a la galaxia verde. «Aprendí muchísimo ese año, fue uno de los más importantes de mi carrera porque era el momento de seguir adelante o dejarlo», recuerda.
Pese a la gran competencia, Jesús Candelas hace debutar a Lin en un partido contra el Playas de Castellón, uno de los equipos más potentes del campeonato. Lin completa la temporada trabajando por las mañanas en una obra en Segovia, mientras que por las tardes viaja a Madrid para entrenar. «Fue durísimo, pero yo no podía dejar de trabajar porque en el Inter apenas ganaba nada», sostiene. Y es que los valores del trabajo y de que el dinero cuesta mucho ganarlo han marcado su trayectoria vital. «En mi casa mi padre era camarero y mi madre cocinera. Trabajaban casi de sol a sol y me inculcaron que el dinero cuesta mucho ganarlo».
Daniel Ibañes, un hermano deportivo
Daniel Ibañes apenas conoce a Lin cuando lo recomienda para el Inter. «Me consiguió una prueba, que ya era mucho, y demostré que valía y podía quedarme», asegura Lin. «Ha sido y es una persona muy importante para mi – Daniel – porque me ha ayudado a tomar decisiones muy importantes en mi vida», apunta.
Regreso a casa
Con la experiencia de haber entrenado con los mejores del mundo, Lin regresa a Segovia para disputar cinco temporadas con el Caja Segovia logrando la internacionalidad. El primer año en el Caja no es fácil porque le cuesta alcanzar la continuidad que espera. «El equipo no empezó bien y el club entendió que los que más dinero ganaban eran los que tenían que sacarlo adelante», cuenta. «Aprendí mucho porque me di cuenta de que si no estás al nivel de tus compañeros, es una falta de respeto hacia ellos que juegues». «Ambos factores influyeron: que la directiva quería que los que más cobraban lo resolvieran, y que yo no estaba bien», resume. Las bajas del equipo logran que la naturalidad se imponga y Tobe, Rubén y Lin tienen que jugar contra el Pozo Murcia un partido que termina con victoria segoviana. «Y en ese momento todo el mundo se dio cuenta de que los jóvenes merecíamos más que jugar cuando estaba la situación resuelta».
Los años de El Perico
Caja Segovia reúne a un plantel de jugadores como Isco, Guga, Diego Giustozzi, Nano Modrego o Igor que completan talentos como el de Lin. «Teníamos un equipazo que en la actualidad competiría por los títulos. Con el pabellón a reventar cada sábado y en mi caso con la suerte de hacerlo en mi casa. Aquello fue muy bonito y lo recuerdo como algo muy especial», evoca Ángel.
Salida al Barça y llegada de títulos
El FC Barcelona no daba con la tecla de los títulos hasta la llegada de Wilde, Jordi Torras y Lin. «Marc Carmona – el por entonces entrenador culé – apostó por mi, me dio confianza y los resultados llegaron. Fue la mejor experiencia deportiva que he tenido», resume. Con el Barça logra todos los títulos posibles en el ámbito nacional a internacional en un tiempo que coincide con la desaparición del Caja Segovia. «Uno de los momentos más tristes de mi vida, pero no solo porque fue mi casa sino porque desaparecía un equipo pionero en la historia del fútbol sala, con una historia increíble», lamenta. «Todos los jugadores querían jugar en Segovia, incluso los más odiados allí como Javi Rodríguez o Wilde, que también lo sintieron mucho», apostilla.
Cambio de rumbo. Destino Rusia
La salida de Lin del Barça está condicionada por un vacío de poder en el club catalán con elecciones de por medio. Una oferta de un equipo desconocido ruso que ofrece al segoviano un proyecto arriesgado pero tentador convence a Lin, que marcha con su mujer Vanessa a un país que le llamaba mucho la atención. «Era una decisión arriesgadísima, pero lo consulté con mi mujer y tomamos la decisión de irnos. El equipo estaba en construcción, no tenía ni idea de ruso… me la jugué», asegura. El primer año «fue durísimo, tanto que tuvimos que contratar alguien que nos diera clases de ruso porque allí no hablan otra cosa y no podíamos hacer vida normal», recuerda. «Tenía miedo del frío y fue lo de menos porque el choque cultural es tremendo también». La adaptación llegó, los dos años de contrato se convirtieron en cinco y Lin logró hacerse con un hueco en un plantel en el que solo había posibilidad para tres jugadores no rusos. «Me he sentido respetado, querido y muy valorado. Intentaron retenerme otro año más, pero yo ya quería volverme a España». Con el KPFR – equipo del Partido Comunista Ruso – logra Ángel un título de la Superliga y un subcampeonato liguero.
Vuelta a España. Real Betis
Con un suegro sevillano y forofo del Betis, la oferta del Real Betis Futsal seduce a Lin en lo emocional y también en lo deportivo. La presencia en el vestuario de sus amigos Cidao y Rubén lo pone todavía más fácil. «No vengo al Betis retirarme. Mi compromiso y estado físico me hacen pensar que me quedan unos cuantos años de fútbol sala», sostiene. La sección de fútbol lleva poco tiempo en la élite, pero las raíces parecen consistentes. «No tengo la sensación de que la sección de futsal tenga poca importancia para el club, al revés». La repercusión del equipo en la ciudad no llega lógicamente a la del equipo de fútbol, pero sí tiene el peso suficiente como para que a Lin lo reconozcan por la calle o en la grada del Villamarín, donde acude siempre que puede.
La selección
Cuando todo parecía indicar que el tiempo de Lin en la Selección era agua pasada, Fede Vidal – actual seleccionador – vuelve a contar con él en la recta final del año 2021, aunque finalmente no esté entre los elegidos para representar a España en el Europeo de los Países Bajos que se disputa en enero. «Me llamó – Fede Vidal – y me dijo que estuviera listo por si había alguna incidencia, que estaba en la lista como alternativa a los que han ido»; «Estar en la selección es lo máximo que se puede conseguir. Representar a tu país es un sueño y que se acuerden de ti con 35 años me llena de orgullo».
Gestión responsable
Con el paso de los años, Lin ha demostrado tener un talento especial para gestionar el patrimonio que ha ido acumulando gracias a su desempeño profesional. «Me gusta la economía, pero cuando eres joven te gusta disfrutar. Con el paso del tiempo vas a aprendiendo lo que cuesta la vida», explica. Cuando, en Caja Segovia adquiere cierta solvencia económica a los 21 años, algunos le motivan a comprarse un coche de alta gama, pero Lin adquiere una vivienda en Segovia. «La clave está en tener una serie de obligaciones para evitar irte gastando todo lo que ganas. Siempre me ido organizando y apartando un dinero para mi disfrute y otra parte para pagar mis cosas».
El sueño de Segosala
Lin comparte obligaciones en la toma de decisiones de Segosala con Daniel Ibañes o Rubén y está en permanente contacto con Agustín Pérez, actual presidente. «Me permite estar conectado con mi tierra mediante el fútbol sala», dice. Desde la modestia presupuestaria, el proyecto Segosala intenta crecer sin ponerse metas demasiado ambiciosas, pero sí alimentando sueños. «Soñamos con devolver a Segovia su grandeza en el fútbol lo que en un día se vivió, aunque sabemos que ahora mismo es algo irreal», concluye Ángel Velasco Marugán.
Texto: Javier de Andrés
Foto: Lin durante un partido de esta temporada con el Real Betis /Real Betis Futsal