Los hechos se remontan a principios del mes de noviembre. El hombre, ahora detenido y propietario del establecimiento, denunció «haber sido víctima de un robo con violencia e intimidación por parte de dos hombres, mientras se encontraba limpiando en el interior del bar».
Manifestó que «dos encapuchados habían irrumpido en su local cuando tenía la persiana a media altura mientras realizaba labores de limpieza. El suceso habría tenido lugar poco después de las seis de la mañana y uno de los individuos le habría sujetado por detrás e inmovilizado, poniéndole un cuchillo en el cuello bajo amenaza de herirle si se movía. Al mismo tiempo, el otro asaltante cogía el dinero de la caja registradora, el correspondiente a la lotería de navidad y el de la máquina tragaperras sumando un total de 4.100 euros».
Al iniciar la investigación y hacer las comprobaciones, los agentes detectaron ciertas contradicciones en el relato de la supuesta víctima. «Había dudas en relación a cómo habían sucedido los hechos, el horario y el acceso al cajetín de la máquina tragaperras por parte de los asaltantes. Es por ello que nuevamente citaron al denunciante para que acudiera a dependencias policiales y aclarar todos los extremos», explican.
Según fuentes policiales, «el propietario del establecimiento habría estado jugando a la máquina tragaperras durante horas después del cierre del local y habría perdido una importante cantidad de dinero, intentando encubrir con una denuncia por robo la verdad de lo ocurrido».
La Policía Nacional detuvo en Burgos al hombre, como presunto autor de una denuncia falsa y robo con fuerza en su propio establecimiento.