La consejera de Sanidad, Verónica Casado, confirmó hoy cuatro casos de la nueva variante Delta Plus del coronavirus detectados en Castilla y León, en concreto dos en la provincia de Valladolid y otros dos en la de Segovia. Sus nuevas mutaciones indican que es más contagiosa, pero de momento no es resistente a la vacuna.
Ello obliga a no bajar la guardia y a estar muy atentos, más en un contexto en el que la incidencia está subiendo, aunque “no a un ritmo espectacular” en Castilla y León. Así lo precisó hoy la consejera en el desayuno informativo ‘Foro salud’, organizado por Nueva Economía Forum, en el que dijo que la incidencia acumulada a 14 días en la Comunidad se sitúa en los 44 casos por 100.000 habitantes, cuando hace unas semanas logró estar en los 27.
En todo caso, y aunque se haya dado “marcha atrás”, confía en que esta “posible última ola” se pueda pasar sin tener que tomar medidas drásticas que no gustan, aunque están muy atentes para actuar, si fuera necesario, de manera preventiva lo antes posible. No obstante, no descartó que Castilla y León aplique algunas nuevas, como la exigencia del pasaporte COVID para entrar en recintos cerrados y concurridos, ya que es una manera de garantizar la seguridad, más ahora, que toda la población mayor de 12 años ha tenido la posibilidad de vacunarse.
Casado explicó que en estos momentos desde Salud Pública trabajan en los criterios e indicadores de corte para requerir este documento, medida que confía que sirva, también, para aumentar las tasas de vacunación en los grupos de 30 a 39 y de 20 a 29 años con coberturas inferiores al 75 por ciento.
En todo caso, defendió el buen funcionamiento de la campaña de vacunación en todo el territorio nacional, algo que se debe a que ha sido conjunta. De ahí, dijo, la importancia de ir de la mano, desde la Ponencia de Salud Pública y la Comisión de Vacunas, en todas las decisiones que se tomen en este sentido.