Fundación MAPFRE y Fundación Grupo Siro repartirán un total de dos millones de galletas nutricionales enriquecidas con vitaminas y minerales para ayudar a cubrir las deficiencias nutricionales de 20.000 familias con carencias en su dieta. Su distribución comenzará en septiembre y se realizará a través del proyecto ‘Sé Solidario’, de Fundación MAPFRE, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y la red de voluntarios de MAPFRE. Las galletas desarrolladas actuarán como suplemento a la alimentación y proporcionarán la energía y los nutrientes que necesita una persona para cubrir su aporte diario recomendado.
Este aspecto es clave ante la dificultad que tienen las entidades sociales para conservar, y por lo tanto proporcionar, alimentos frescos, esenciales para una dieta equilibrada. La principal característica diferencial de esta galleta es que, por solo 30 céntimos, que es lo que representa el coste de 100 gramos, se garantiza el 50 por ciento de las vitaminas y minerales que necesita una persona al día.
El producto contiene vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B12, C, D y E y ácido fólico, así como proteínas, calcio, hierro, magnesio, yodo y alto contenido en fibra. Para su elaboración se han utilizado harinas integrales, aceite de girasol alto oleico y cantidades reducidas de sal y azúcares por debajo del límite crítico estipulado por la OMS, lo que ha permitido obtener una calificación de Nutriscore A. También se han tenido en cuenta las recomendaciones del CODEX Alimentarius Global, así como los criterios del modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de Salud.
Con el desarrollo de la galleta nutricional, Fundación MAPFRE y Fundación Grupo Siro unen así esfuerzos para luchar contra la malnutrición, que ha crecido en todos los países como consecuencia de la pandemia. En este sentido, ambas entidades firmaron hoy un acuerdo de colaboración, con la que se aprueba oficialmente la donación de los dos millones de galletas, así como el apoyo de Fundación MAPFRE al proyecto que Fundación Grupo Siro ha puesto en marcha recientemente en Guatemala, donde los niveles de desnutrición crónica infantil son preocupantes, y a un programa de voluntariado en el que participarán los empleados de MAPFRE y sus familiares.
El acto se celebró en I+Dea, el centro de investigación y desarrollo de Cerealto Siro Foods, en El Espinar, Segovia, y contó con la participación de la infanta Elena, directora de Proyectos de Fundación MAPFRE, quien visitó las instalaciones junto al presidente de Fundación Grupo Siro, Juan Manuel González Serna.
También asistieron la vicepresidenta de la Fundación Grupo Siro, Lucía Urbán; el director general de Fundación MAPFRE, Julio Domingo; el director de Acción Social de Fundación MAPFRE, Daniel Restrepo, así como el director general territorial de MAPFRE en la zona Centro, Antonio Vigil-Escalera, y el director territorial de MAPFRE en la zona sureste de Castilla y León, Antonio Sánchez.
Problema global
“La malnutrición es un problema que afecta a más de 800 millones de personas en el mundo”, afirmó Domingo, quien se refirió a los datos de Unicef que indican que España se encuentra entre los países de la Unión Europea con las tasas más altas de desnutrición infantil. “Hablamos de muchas personas, ha indicado, que actualmente no tienen acceso a una alimentación que les aporte los nutrientes recomendados, con el impacto que ello supone para su salud y, en el caso de los menores, para su desarrollo y crecimiento. Unirnos a la misión de Fundación Grupo Siro, de combatir la malnutrición, y ser los primeros en poder hacerlo en España a través de este proyecto, nos produce mucha satisfacción”, apuntó.
Por su parte, el presidente de Fundación Grupo Siro también se mostró muy feliz por la creación de “este producto pionero, sin ánimo de lucro y que ha sido el resultado de dos años de investigación de un equipo español”. Aseguró estar “muy agradecido a Fundación MAPFRE, por ayudar a cumplir un sueño, que es contribuir a reducir la malnutrición en el mundo”, una labor “que no podemos hacer solos”, agregó González-Serna.
En este sentido, animó a que otras ONGs, fundaciones, empresas privadas o administraciones locales se unan al proyecto, y contribuyan así a combatir la malnutrición. Además de Fundación MAPFRE, ya son socios del programa entidades como HM Hospitales y la Fundación de Investigación HM Hospitales, Food For The Poor, Cáritas Arquidiocesana de Guatemala, Digisalud y DHL Supply Chain, entre otros.