La consejera de Sanidad de la Junta, Verónica Casado, advirtió hoy de que la quinta ola del COVID-19, que empezó por los jóvenes, ya está afectando a todos los grupos de población. No obstante, apuntó que aunque la tasa de incidencia es muy elevada y roza los 700 casos por cada 100.000 habitantes, la hospitalización se mantiene estable.
La consejera destacó que existe una transmisión comunitaria “clara” en la Comunidad, especialmente entre los 15 y los 30 años, y añadió que la velocidad de contagio es muy elevada, puesto que remarcó que está siendo tal magnitud que en dos semanas se ha multiplicado por 16 las tasas de incidencia semanales, puesto que la pasada se cerró con 444 casos por 100.000 habitantes. Por tanto, destacó que Castilla y León se encuentra riesgo “muy alto”, con una incidencia acumulada en “clara tendencia de ascenso” y las las provincias en riesgo extremo.
Sin embargó, Verónica Casado destacó como una medida positiva que el índice reproductivo básico esté descendiendo, lo que para ella indica que la Comunidad se podría acerar a una “pequeña estabilidad” en el ritmo “tan feroz” de crecimiento, si bien recordó que todavía supera el 1,33. Por ello, manifestó que tienen la impresión de que sigue habiendo un crecimiento, pero que se está comenzando a frenar. También remarcó que la incidencia en León y San Andrés del Rabanado mejora, mientras en Burgos alcanza los 1.724 casos a 14 días, y en Zamora los 1.462.
Según la consejera, el aumento de casos se debe no solo al aumento de los contactos, la relajación de las medidas de prevención, del uso de la mascarilla y del aumento de movilidad, sino a la presencia de diferentes variantes en el país. De hecho, apuntó que el Centro de Alertas Epidemiológicas ha informado de un “clarísimo aumento” de la variante Delta y la Beta, puesto que la británica pese a ser la mayoritaria, solo representa ya el 65 por ciento, frente al 84 por ciento de la semana pasada, lo que se traduce en un descenso de 20 puntos.
Finalmente, la consejera inició la rueda de prensa haciendo mención a los profesionales sanitarios y no sanitarios que pese al “agotamiento”, los “malos momentos vividos” y la quinta ola siguen dando “lo mejor de sí mismo”, tras logar administrar en una semana más de 183.000 dosis y hacer cribados a 10.420 personas, especialmente jóvenes. Este “gran trabajo” permite, dijo, avanzar en las segundas dosis en los grupos más vulnerables y proteger a la población.