El colectivo Azálvaro ha advertido de la grave situación de riesgo de los muladares de El Barraco y Maello (Ávila) y se ofrece a gestionarlos para mejorar la situación de las zonas de cría y dormideros de aves necrófagas de la zona, que comprende territorios de las provincias de Ávila, Segovia y Madrid.

El ofrecimiento del colectivo comprende, en la vertiente segoviana, las Hoces de los ríos Duratón y Riaza y los pinares de Valsaín y San Rafael. Todas ellas áreas críticas paras las aves carroñeras y espacios naturales protegidos por la red Natura 2000 y por algunas figuras de protección regionales.

Las aves carroñeras disponen aquí de espacios seguros donde refugiarse, pero no así de zonas de alimentación libres del peligro de intoxicaciones, de venenos, de electrocuciones con tendidos eléctricos y de colisiones en parques eólicos, apunta el colectivo Azálvaro. Además, la entidad conservacionista acusa a la Junta de Castilla y León de una gestión errática y contradictoria de los muladares de El Barraco y Maello en los que Azálvaro ha encontrado medicamentos de uso veterinario, aerosoles y otros residuos peligrosos esparcidos en el terreno, así como depósitos ilícitos de animales no autorizados, lo que, asegura el colectivo, no se ajusta a lo dispuesto en la normativa sanitaria en vigor suponiendo una situación de riesgo sanitario y ambiental, con el lógico peligro de intoxicación que supone para las aves objetivo o para la propia ganadería y otros animales que pueblan la zona.

Azlavaro informa, además, que el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Ávila Norte en Urraca-Miguel, al faltar en el campo la carroña que habitualmente sustentaba a las aves necrófagas, se ha convertido en un foco de atracción para estos animales que atraviesan en masa y diariamente los innumerables parques eólicos tendidos eléctricos que como un anillo están desplegados alrededor del mencionado CTR. Además, la mortalidad se incrementa con las aves que enferman y mueren por ingestión de plásticos y de productos tóxicos y nocivos presentes en las montañas de basura del vertedero de rechazos del CTR Ávila Norte.

Toda esta multitud de aves tienen el CTR de Ávila Norte como única fuente segura de alimento en la provincia de Ávila, y por ello es usada masiva y diariamente a pesar de ofrecer una ingesta de muy mala calidad. El único punto alternativo cercano, ocasional y más limitado, es el muladar de El Espinar, gestionado por el Colectivo Azálvaro, y en menor medida y más lejanos los demás gestionados por la misma ONG, de Cantimpalos, Abades y Sangarcía, todos ellos en la provincia de Segovia.

El Colectivo Azálvaro, como entidad conservacionista sin ánimo de lucro que tiene como fin la protección, conservación y divulgación de las aves carroñeras y sus hábitats, propone una actuación coordinada en la que implique a todos los agentes administrativos y sociales, y que permita vislumbrar un mejor futuro para especies  protegidas.

Foto: Residuos encontrados en el muladar de el Barraco por el colectivo Azálvaro