44 menores migrantes llegarán a Castilla y León de forma escalonada, desde estos días hasta el 15 de agosto. Se alojarán en las viviendas y pequeños centros con los que cuenta la Junta en todas las provincias de la Comunidad Autónoma.
La vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, detalló que serán alojados “en función de sus características y necesidades”. La finalidad es “satisfacer y cubrir sus necesidades de apoyo de atención”, así como que “se integren en un entorno que les sea lo más familiar posible”.
Facilitar la atención e integración
Sin poder dar más detalles al respecto “por respeto a los propios menores”, Blanco señaló que “existen recursos y plazas” para ellos. En este sentido, explicó que “el modelo de Castilla y León no es un crear un macrocentro”. A lo que añadió, que la idea es disponer “pisos, viviendas o pequeños centros en todas las provincias” en los que “se facilite la atención y la integración”.
En materia de inmigración, la recientemente nombrada vicepresidenta de la Junta de Castilla y León consideró que “el primer problema” que existe es “la incompetencia del Gobierno para tener una política migratoria”.
Por su parte, la también consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades abogó por “una política migratoria que apueste por los países de origen de los inmigrantes” como Senegal, Mali o Mauritania, para lo que “hace falta un control de fronteras”.
También es necesario para Blanco “implicar a la Unión Europea y activar el Frontex”. De ese modo, se evitarían “las llegadas masivas”.
No obstante, tal y como ya hizo el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, la vicepresidenta reclamó también la reunión de una Conferencia de Presidentes. En ella, se abordarían “temas importantes que nunca pueden ser por imposición o por una negociación bilateral”. Entre ellos, aludió a “la política migratoria o la reforma de la financiación autonómica”.