La actividad de donación y extracción de órganos para trasplantes en el Hospital General de Segovia alcanza su trigésimo aniversario en este mes de diciembre. Desde 1993 hasta la fecha, el número de donantes ha sido de 149, con un total de 493 órganos donados.
En el proceso de extracción de órganos para trasplantes, el equipo coordinador está liderado por Mª Sopetrán Rey García, en el ámbito médico, y por Jose Antonio Espigares Carrasco, en la Enfermería, pero también están involucrados otros Servicios del Hospital General como Medicina Intensiva, Quirófano, Anestesia, Urología, Microbiología, Oftalmología, Traumatología, Laboratorio de Análisis, Radiología, Neurología y Neurofisiología de una forma habitual y, excepcionalmente, dependiendo del tipo de órgano, otros servicios específicos como Cardiología y Neumología.
Este equipo de profesionales está formado por personal médico, de Enfermería, auxiliares de Enfermería, celadores, personal de limpieza y cocina, además de trabajadores externos como son los taxistas segovianos. Como señala la coordinadora Sopetrán Rey, “la sociedad segoviana debe estar orgullosa, es generosa, solidaria y está concienciada con la donación de órganos”.
La donación de órganos tras el fallecimiento es fruto del altruismo de los donantes y sus familias. Tradicionalmente los donantes provenían de procesos cerebrales catastróficos como accidentes de tráfico, hemorragias cerebrales y otros eventos en los que el cerebro perdía toda su actividad y funcionalidad, es decir cuando se constataba la ausencia completa de actividad cerebral (muerte encefálica). Debido al descenso progresivo de donantes en muerte encefálica por el descenso de accidentes y mejoras en los tratamientos, se han desarrollado fuentes alternativas de donación, como es la donación en asistolia.
Donación en asistolia
El año 2022 fue el primero en el que el Hospital de Segovia abordó la donación en asistolia, con un total de cinco donantes en asistolia controlada, que hace referencia a la donación de órganos a partir de personas cuyo fallecimiento se ha diagnosticado por criterios circulatorios y respiratorios tras una retirada del tratamiento de soporte vital (LTSV) por futilidad terapéutica o un rechazo al tratamiento. El fallecimiento de un donante de órganos se puede declarar bajo los criterios de muerte encefálica o de muerte cardíaca según estipula la ley. Se entiende por donante a corazón parado o en asistolia, aquel donante en el que la muerte se diagnostica por parada cardíaca irreversible.
En este sentido, en el año 2018 Castilla y León aprobó el Protocolo Autonómico de donación en Asistolia Controlada con ECMO (oxigenación con membrana extracorpórea) para tratar de incorporar a todos los hospitales con capacidad de extracción de órganos y aumentar el número de potenciales donantes. Para tal fin se incorporaron los sistemas de perfusión conocidos como ECMO, siglas en inglés que denominan el dispositivo de oxigenación por membrana extracorpórea, que permiten una adecuada perfusión y mantenimiento de los órganos a trasplantar durante el proceso quirúrgico de extracción.
Actualmente la ECMO es la técnica de preservación más ventajosa en el momento de la extracción de órganos abdominales, en términos de mejor función inmediata del órgano a trasplantar, menor número de complicaciones postrasplante, menor estancia hospitalaria de los receptores de órganos y mejor supervivencia del injerto.