El precio de alquiler de habitaciones en las capitales de provincia de la Comunidad oscila en el mes de agosto entre los 217 euros de Salamanca y los 143 de Ávila, según un informe de idealista. Los datos, que no incluyen a Palencia, sitúan el precio por habitación en Soria y Burgos en 214 euros mensuales; en Segovia, 208; en Valladolid, 200; en León, 198, y en Ávila, 176 euros.
En cuanto a su evolución respecto a agosto de 2017, los precios se elevaron un 6,3 por ciento en la capital burgalesa; un 5,5 por ciento en Ávila, y un 4,4 por ciento en Zamora y Valladolid. También hubo incrementos en Salamanca (4,3 por ciento), León (1,8 por ciento) y Segovia (1,2 por ciento). Del resto no consta información. La edad media para el alquiler de habitaciones es más baja en Salamanca y Ávila, 27 años; seguida de Burgos, 28; León y Segovia, 29, y Valladolid y Zamora, 30.
Idealista asegura que coste de alquilar una habitación en un piso compartido en España se ha encarecido un siete por ciento en el último año, hasta situarse en los 331 euros al mes de media. La oferta de habitaciones, en cambio, se redujo un 3,3 por ciento en ese periodo.
El mayor incremento de precio se registró en Toledo (14,4 por ciento), seguido por Málaga (11,2 por ciento), Murcia (10,7 por ciento) y Valencia (9 por ciento). El precio solo se redujo en dos capitales, siendo Logroño donde más bajó (-1,3 por ciento) mientras que en Lleida cayó un 0,6 por ciento. En todas las demás capitales españolas, los precios del piso compartido subieron este año.
Barcelona es la ciudad con las habitaciones más caras del país, ya que se solicitan 429 euros mensuales por alquilarlas. Le siguen Madrid (403 euros mensuales), Palma (402 euros) y San Sebastián (390 euros). Zamora es, en cambio, la ciudad más económica de entre las analizadas por idealista (150 euros mensuales), seguida por Lugo (156 euros), Cáceres (160) y Ciudad Real (164 euros).
Las personas que comparten piso en España tienen un perfil similar al que tenían el año pasado, aunque la edad media ha crecido hasta los 31 años: viven en el centro de las grandes ciudades, no fuman (aunque son tolerantes con los que lo hacen) y no tienen ni admiten mascota.