Un total de 136 personas perdió la vida en las carreteras de Castilla y León en 2019, con un balance de 40 menos que un año antes, lo que supone una caída porcentual del 23 por ciento, el más importante de entre todas las comunidades autónomas, un punto por encima de Aragón, que le siguió inmediatamente. En España, el año pasado fallecieron en accidentes de tráfico 1.755 personas, según el balance definitivo de la Dirección General de Tráfico, un tres por ciento menos (51 menos). Esta cifra incluye a los fallecidos en vías interurbanas y urbanas durante los 30 días posteriores a la ocurrencia del accidente.
El número de personas fallecidas registró una evolución muy diferente dentro y fuera de las ciudades. En vías urbanas se produjeron 519 muertes, un seis por ciento más que en 2018. Por el contrario, en interurbanas, 1.236, un seis por ciento menos. En carreteras convencionales las víctimas mortales disminuyeron un 10 por ciento, y en autopistas y autovías aumentaron un cinco por ciento.
Igualmente, el número de personas que perdieron la vida en carreteras convencionales se situó por primera vez por debajo de 900 víctimas en el conjunto del país. Cabe recordar que el 29 de enero de 2019 entró en vigor la reducción del límite de velocidad de 100 a 90 kilómetros por hora en toda la red de este tipo de vías.
Así, por provincias, únicamente Palencia registró un incremento de fallecidos, al pasar de 11 a 12 en 2019, mientras que León mantuvo la misma cifra, 35. Por el contrario, descendieron en Ávila, hasta totalizar 11 (cinco menos); en Burgos, con 14 (con 18 fallecidos menos que lamentar); en Salamanca, con 13 (uno menos); en Segovia, con nueve (tres menos); en Soria, con ocho (siete por debajo); Valladolid, con 18 fallecidos (cinco menos); y Zamora, con 16 (dos menos).