Una media de 115,5 personas ha expresado de manera formal en el último año su voluntad sobre los tratamientos médicos que desea recibir o no en la fase final de su vida. Son 1.387 personas que han marcado hasta dónde quieren que se prolonguen sus tratamientos y en qué condiciones. En Castilla y León hay 15.339 personas que han formalizado su testamento vital desde 2008, acto que ahora cobra mayor relevancia con la Ley de la Eutanasia, ya que este registro es la vía para pedirla o para rechazarla.
Lo cierto es que la pandemia de COVID-19 también se ha visto reflejada en la evolución del registro de instrucciones previas. Así, si a lo largo de 2021 hubo 1.387 personas que expresaron qué tratamientos quieren recibir, con una media de 115,5, en 2020 fueron 1.122, con una media de 93,5 mensuales. Fueron un 23,6 por ciento menos y un 38 por ciento por debajo del dato anterior, el de 2019, que sumó 1.811, debido al impacto del estado de alarma y el confinamiento.
En relación al número de documentos inscritos durante el año 2021, aumentaron en la mayoría de las provincias. Los mayores incrementos se registraron en Burgos y Zamora, con subidas del 86,8 y del 83,3 por ciento con 325 y 88 más, y un acumulado de 2.766 y los 755, en cada caso. En Palencia crecieron un 60,9 por ciento, con 103 nuevos, hasta los 873, mientras que en Ávila repuntaron un 53,3 por ciento, con 66 nuevos, lo que permitió cerrar un acumulado de 626. Mientras, el dato creció un 17,2 por ciento en Salamanca, con 245 más, hasta los 2.253, y en Segovia, un 21,1 por ciento, con 69 nuevos, hasta los 656.
El resto de provincias registraron una actividad menor. Así, en León el dato cayó un 3,6 por ciento, al sumar 186 registros, frente a los 193 del años de la pandemia, hasta alcanzar los 2.890 casos; en Soria, un 30,8 por ciento, al registrar 45, frente a los 65, para un total de 505, y en Valladolid, un dos por ciento, con 246 frente a los 251 previos, para un total de 3.846.
Respecto a la población de 18 o más años de cada provincia, Burgos y Valladolid son las que tienen un mayor número de documentos de instrucciones previas inscritos en el acumulado, con 9,2 y 8,8 documentos por cada 1.000 habitantes, respectivamente. Salamanca alcanza los ocho, mientras que León se encuentra en los 7,3, ligeramente por debajo de la media de Castilla y León que está en los 7,5 documentos por cada 1.000 habitantes. Soria está en los 6,7; Palencia, en los 6,3, mientras que Segovia alcanza los 5,1; Zamora los cinco, y Ávila, los 4,6.
Desde que los pacientes pueden ejercer este derecho, las mujeres son las que más se han interesado por ejercerlo. De los documentos inscritos desde 2008, 9.886 son de mujeres (64,45 por ciento) y 5.453 de hombres (35,54 por ciento). Concretamente, según figura en la memoria anual de la Consejería de Sanidad consultada por Ical, en 2020, se decidieron a dar este paso 709 mujeres (63,2 por ciento) y 413 hombres (36,8 por ciento). En 2021 fueron 916 y 471, en cada caso, un 66 y un 33 por ciento, respectivamente.
Destino de órganos y cuerpo
Además de reflejar qué cuidados y tratamientos quiere o no recibir, la persona, siempre mayor de edad y plena capacidad de obrar, puede dejar por escrito el destino de su cuerpo o de sus órganos, una vez que muera o no pueda expresar su voluntad.
Lo cierto es que la mayor parte deja por escrito ambas indicaciones, hasta en el 80,36 por ciento de los casos (12.326), y el 19,36 por ciento sólo se ha pronunciado sobre los cuidados y tratamientos (2.969). El resto, un 0,29 por ciento (44), ha dejado simplemente indicaciones sobre el destino de su cuerpo y de sus órganos una vez muera, es decir, que sirvan para la donación o la investigación.
Pasos
Existen tres procedimientos posibles para formalizar un documento de instrucciones previas: ante notario, ante tres testigos o ante personal al servicio de la Administración. Esta última es la opción más elegida, en un 61,5 por ciento de los casos; seguida por la formalización ante testigos (21,3). La última, con un 17,2 por ciento, es ante notario.
En todo caso, el interesado puede modificar y anular su testamento vital. Desde 2008 hasta junio, 52 personas lo revocaron, 12 en 2021. También, se cancelaron de oficio 1.337 por el fallecimiento del interesado.
En todas las provincias existen funcionarios en las gerencias de Salud o de Asistencia Sanitaria ante los que se puede formalizar un documento de instrucciones previas. El testamento vital se redacta durante la entrevista. Se puede nombrar representantes -deben aceptarlo- para que velen por la aplicación de las instrucciones. Otra opción es acudir a un notario, que tramita de forma telemática la inscripción en el registro; y la tercera, ante tres testigos y luego inscribir el documento.
Aunque en Castilla y León se puede ejercer este derecho desde 2003, el registro de instrucciones previas se creó en 2008. Recopila y custodia los documentos de instrucciones previas de las personas que así lo soliciten para que los médicos puedan acceder a ellos de manera ágil y rápida. Este registro está incluido en el nacional, para que cualquier testamento vital inscrito en Castilla y León pueda ser conocido por los facultativos de fuera de la Comunidad.