Las salas del Palacio del Torreón de Lozoya acogerán desde el 24 de febrero la exposición ‘Picasso. Suite 156. Colección Bancaja’, gracias a la colaboración entre la Obra Social y Cultural de Caja Segovia y la Fundación Bancaja, dos de las entidades creadoras de Bankia.

Uno de los grandes méritos de esta Colección radica precisamente en la circunstancia de contar con importantes series íntegras de Picasso, dado que la mayor parte de ellas se vendieron como láminas sueltas, lo que favoreció la dispersión y fragmentación de los conjuntos.

Como ejemplo figura la propia ‘Suite 156’, de la que solamente existen tres colecciones completas en el mundo: una está en el Musée Picasso de París, otra en manos de un coleccionista privado, correspondiendo la última de ellas a la que podrá verse en Segovia, perteneciente a la entidad valenciana.

La muestra permanecerá abierta hasta el 31 de mayo y contará con el servicio de visitas guiadas los jueves, viernes y sábados, así como para grupos concertados, según informaron hoy fuentes de la entidad.

Bancaja posee una de las colecciones más completas y prestigiosas de obra gráfica picassiana en todo el mundo y cuenta entre sus fondos series completas como la ‘Suite Vollard’, la ‘Suite 347’, la ‘Suite 156’, la ‘Caja de Remordimientos’, ‘Fumadores’, ‘Retratos de Familia’ o la ‘Suite 60’, además de 25 linograbados y más de un centenar de libros ilustrados por el genial artista.

“La última etapa de Picasso despierta hoy un renovado interés”, declaró recientemente Bernard Ruiz-Picasso, nieto del artista. Precisamente, en perfecta consonancia con esa inquietud palpable en museos, estudiosos, coleccionistas y mercado del arte, se presenta en Segovia la ‘Suite 156’, correspondiente a la última serie de estampas que realizó Pablo Picasso.

 

Últimas etapas  

Se trata de un conjunto de 156 planchas que el artista grabó entre enero de 1970 y marzo de 1972. Su creador murió el 8 de abril de 1973, un año después de haber concluido esta Suite, por entonces en proceso de edición. Tal circunstancia determinó que Picasso no pudiera firmar a mano las láminas seriadas, quedando autentificadas con un sello o cachet “Picasso”, lo que las atestigua como obra póstuma. Aún así, el genial creador pudo contemplar las pruebas de autor de la Suite 156 en la Galerie Leiris de París, a principios de enero de 1973, siendo ésta la última exposición que se hizo sobre Picasso en vida del artista. Cinco años después se expondría de nuevo en la Kunsthaus de Zúrich, importante acontecimiento que supone el punto de partida de la posterior valoración histórico-artística de esta Serie.

La secuencia generadora de la Suite 156 se estructuró en tres momentos. A partir de enero y hasta el 25 de mayo de 1970 grabó Picasso más de 50 planchas de cobre. Una segunda etapa arrancó el 25 de febrero del año siguiente y se prolongó hasta el 16 de junio, con casi 100 planchas. Finalmente, en marzo de 1972, cuando había sobrepasado ya los 90 años, realizó tres cobres más (dos de ellos para la Suite 156) que tienen un cierto aire de colofón.

Toda la Serie fue impresa por los hermanos Piero y Aldo Crommelynck, a quienes Picasso había conocido en París en los años 40; en 1963 ambos estampadores se instalaron en Mougins -en las cercanías de Cannes, uno de los lugares predilectos de Picasso-, montando un taller de grabado para asistir al artista, si bien las tiradas de la edición se llevarían a cabo en París.

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