La Directora General de Telecomunicaciones, María Victoria Seco Fernández, ha presentado esta mañana junto al diputado de Administración y Personal, José Luis Sanz Merino, el alcance de la primera fase del proyecto Territorio Rural Inteligente de Castilla y León en la provincia de Segovia. Esta primera etapa ha permitido la instalación de sensores en varias localidades segovianas: siete sensores en contenedores de envases y un sensor en alumbrado público.

Con este tipo de sensores se pueden visualizar mapas de rutas de recogida de residuos, conocer patrones de consumo, calidad del agua, detección de fugas y políticas de riego y bombeo en el caso de la gestión del agua o definición de políticas de regulación lumínica para el caso del alumbrado, todo ello para ofrecer al ciudadano servicios públicos de calidad de una manera eficiente y sostenible.

Tecnología pionera

El proyecto Territorio Rural Inteligente, cuya plataforma desarrolla Telefónica, cuenta para su despliegue con diferentes tecnologías de comunicaciones y entre ellas una que está llamada a revolucionar el sector. Se trata de la Narrow Band IoT (NB IoT), una tecnología de comunicación inalámbrica basada en el bajo consumo energético que permite conectar toda clase de dispositivos con un gasto mínimo de batería y una implementación rápida en la red de los operadores. El NB-IoT es un nuevo estándar de la industria, que está además apoyado por los más importantes operadores a nivel mundial.

Territorio Rural Inteligente ha logrado la instalación del primer sensor NB IoT en entorno rural que se realiza en Europa –según información facilitada por Telefónica- con la utilización de esta tecnología en un sensor de detección de fugas de agua, ubicado en la localidad palentina de Grijota, la cual también podrá ser utilizada en el futuro en localidades de la provincia segoviana.

El uso de los sensores permite comprobar en tiempo real el estado de cada servicio público gestionado, lo que facilita una actuación inmediata para mantener a punto dichos servicios. Esto proporciona la posibilidad de adaptar el funcionamiento del servicio a las condiciones específicas de cada momento, así como contar con un análisis de la información generada que permitirá apoyar la toma de decisiones que puedan mejorar y optimizar la prestación del servicio.

El proyecto Territorio Rural Inteligente se encuentra ahora en la primera fase, en la que se han instalado un número limitado de sensores y actuadores por control remoto en puntos determinados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a modo de prueba para comprobar su correcto funcionamiento; en la segunda fase, que durará tres años, las Diputaciones instalarán y mantendrán los sensores y actuadores que gestionarán los servicios públicos de alumbrado, agua y recogida de residuos.

62 sensores en la Comunidad

En esta primera fase, se han instalado un total de 62 sensores en la Comunidad, repartidos en las provincias de Segovia, Palencia, Soria, Ávila y León.  De ellos, 42 dispositivos proporcionan información sobre residuos, 11 sobre el servicio de aguas y 9 sobre alumbrado.

En la provincia de Segovia, siete de ellos se han colocado en contenedores de envases en Cubillo, Arevalilllo de Cega, Valleruela de Sepúlveda, Orejana, Valleruela de Pedraza, Arahuetes y Santiuste de Pedraza. Asimismo se ha situado un sensor de control de cuadro eléctrico en La Lastrilla.

Territorio Rural Inteligente

La Junta de Castilla y León aprobó este proyecto en julio de 2017, con financiación del FEDER y en el marco de la red de municipios digitales de Castilla y León. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente aporta 750.000 euros, de un total de 1.115.500 euros, para desarrollar e implantar una plataforma de software inteligente común para las nueve diputaciones, que pueda gestionar servicios públicos de alumbrado, recogida de residuos y gestión del agua. No obstante estas tres funcionalidades son solo un ejemplo de las posibilidades que ofrece esta plataforma, que permitirá gestionar otros servicios de manera totalmente integrada, como pueden ser el patrimonio inteligente, aparcamiento inteligente, incidencias ciudadanas, monitorización medioambiental, turismo (oferta y demanda de actividades turísticas) y préstamo de bicicletas, además de generar nuevas oportunidades para empresas 4.0.

El proyecto ‘Territorio Rural Inteligente Castilla y León’ se enmarca en la iniciativa ‘Red de Municipios Digitales de Castilla y León’ que ha venido desarrollando la Junta de Castilla y León desde el año 2007, a la que ya se adhirieron las diputaciones y los principales ayuntamientos de la Comunidad,  con el objetivo de impulsar en el entorno local los servicios públicos en línea a sus ciudadanos, empresas y organizaciones utilizando las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Con ello se busca impulsar la e-Administración y mejorar la eficacia, eficiencia y calidad de los servicios públicos a través de un uso intensivo de las tecnologías de información y comunicación.

Además se suma a la Agenda Digital para Castilla y León 2014-2020, que forma parte de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una especialización inteligente de Castilla y León 2014-2020 (RIS3), y al Plan Nacional de Territorios Inteligentes, presentado en diciembre de 2017 por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.  Dicha agenda define en el Objetivo Específico 6.3 mejorar la eficacia, eficiencia y calidad de los servicios públicos a través de un uso intensivo en TIC.

La plataforma ‘Territorio Rural Inteligente de Castilla y León’ es la primera iniciativa a nivel autonómico para poner en marcha una plataforma de Smart Rural común para todas las administraciones públicas de Castilla y León.  Este proyecto redundará en un mayor ahorro de costes, incrementando las oportunidades de negocio para empresas locales y aumentando la satisfacción del ciudadano con los servicios públicos prestados.

Asimismo, este modelo incidirá de manera decisiva en la sostenibilidad, reduciendo la huella de carbono y mejorando la eficiencia energética en la gestión de servicios. En concreto, se consigue la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética en línea con los objetivos de reducción de emisiones a 2030, que quedan recogidos en las Conclusiones del Consejo Europeo de octubre de 2014, en las que se aprobó el Marco de Políticas de Energía y Cambio Climático 2021-2030 (‘Marco 2030’). Estos objetivos serían la reducción de, al menos, un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990 y de, al menos, un 27% de mejora de la eficiencia energética.