Castilla y León tiene todavía 22 zonas arqueológicas pendientes de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). La mayor parte de ellos son expedientes que se remontan a 30 años. Concretamente, la provincia de Segovia espera la declaración BIC para el Cerro de San Isidro, en la localidad de Domingo García, y para la Cueva de Enebralejos, en Prádena.

Esta tardanza ha hecho que el grupo parlamentario socialista haya presentado varias iniciativas en las Cortes autonómicas, instando a la Junta a la resolución de dichos expedientes. Ya en septiembre de 2009, los socialistas registraron diversas peticiones de documentación para conocer el estado de tramitación de varios expedientes abiertos para la declaración como Bienes de Interés Cultural en la categoría de zonas arqueológicas. Los procuradores pudieron comprobar que desde la apertura a comienzos de los años ochenta del pasado siglo, los expedientes no habían avanzado nada en su tramitación y estaban en punto muerto. A raíz de esta iniciativa la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura y Turismo encargó a varias empresas sendos informes que sirvieran de documentación básica para la declaración BIC. Hasta ahora.

Nada se ha avanzado desde entonces. Si en septiembre de 2009 eran 23 las zonas arqueológicas de la comunidad, en febrero de 2011 son 22.

El procurador socialista Martín Benito, considera que “la tardanza de la Junta para resolver estos expedientes demuestra el desinterés del ejecutivo que preside Juan Vicente Herrera por poner en valor el rico patrimonio arqueológico de la comunidad”. Para los socialistas la declaración BIC debe ir acompañada, además, de políticas activas de promoción encaminadas al turismo cultural en el medio rural: “el reconocimiento oficial debe ir también acompañado de políticas de promoción y puesta en valor de los castros, con el fin de insertarlos dentro de las rutas de turismo cultural y, de esta manera, aprovechar los activos que ofrece, para el desarrollo económico del mundo rural, el patrimonio histórico y arqueológico, en la generación de empleo y riqueza”, asegura Martín Benito.

El PSOE apuesta por un cambio de política en lo referente a la promoción cultural del mundo rural y de sus activos turísticos. Para los socialistas este impulso exige una coordinación y cooperación entre la administración autonómica, la provincial, las mancomunidades, los ayuntamientos y los grupos de acción, donde estén también presentes también los agentes del desarrollo económico, como los empresarios y las asociaciones. “Se necesita la creación de órganos gestores representativos de los diversos territorios para tomarse en serio las posibilidades de empleo y promoción turística de los bienes arqueológicos”, aduce Martín Benito.

“Castilla y León tiene un rico y disperso patrimonio arqueológico. Castros, dólmenes, villas romanas, cuyas estructuras y restos son visibles, permanecen en el olvido, perdidas en el mundo rural. La memoria –cada vez más frágil- sólo queda en los lugareños y en los libros de historia”. Es esta una reflexión que hace el portavoz socialista de Cultura y Turismo de las Cortes autonómicas, José Ignacio Martín Benito, que aboga por el rescate, promoción y puesta en valor de este patrimonio cultural como activo turístico, para insertarlo dentro de las políticas de desarrollo rural.

Para el procurador del PSOE, los municipios por sí solos poco pueden hacer para impulsar la promoción, conservación y puesta en valor de estos enclaves arqueológicos. Por otra parte, la despoblación contribuye también a la falta de efectivos, de fuerzas y de recursos para que los ayuntamientos lleven a cabo de manera individual la promoción y mantenimiento de estos bienes arqueológicos. Por eso, es preciso aunar esfuerzos de cooperación entre las administraciones y la sociedad civil.

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