El artista segoviano, Julián Martín Egido expone sus obras en el Teatro Juan Bravo hasta el próximo día 22 de noviembre. El artista reconoce que, además de disfrutar tallando, lo ha hecho documentándose para poder reproducir sobre la madera el aspecto exacto de algunas puertas que abrían y cerraban el paso a la ciudad y que hace años, siglos incluso, que desaparecieron. “Puedo contar la Historia entera de las puertas; me la sé ya de memoria. De algunas de ellas sólo existían un par de fotos en Internet como la puerta de San Juan; otras estaban descritas en libros o artículos”, admitía Julián Martín, para quien “no existe más motivación para ponerme a trabajar en la madera, que el hecho de que me gusta. Cuando me pongo a tallar, la casa huele a pino y resina”.
El pino es el material principal sobre el que está desarrollada una muestra cuyo ejemplar más antiguo data de hace 32 años, y el más nuevo, una imagen de Segovia vista desde el barrio de la plaza de toros, de hace tan sólo unos meses. Entre una y otra fecha, imágenes sobre madera de iroko, haya, o diferentes tipos de pino; desde el blanco hasta el gallego, “que tiene un acabado precioso, pero se agrieta mucho”, comentaba Julián Martín señalando a una de las obras que más llama la atención de la exposición.
Cualquier madera le sirve a este artista segoviano para dejar constancia de “las preciosidades que hay en Segovia y que la gente no conoce” y, además, cualquier técnica es buena para rematar sus obras, ya que a nadie que visite la exposición se le escaparán a la vista los diferentes acabados, independientemente de su fecha de creación. Estucado, barniz, tinte, nogalina… son términos que se refieren al aspecto final y que llenan de matices la obra de Martín Egido, que afirma que “a quien le gusta trabajar la madera le das un palo de escoba y te talla algo”.
Ahora los segovianos, y también los turistas que quieran acercarse a la sala de Exposiciones en horario de miércoles a domingo de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, tienen la oportunidad de abrir una puerta al pasado y recorrer en relieve los accesos con los que contaba la muralla en épocas de reyes y caballeros. “Mi intención era, además de tallar las puertas de la ciudad, hacer lo mismo con las casas fuertes, pero no he tenido tiempo”, admitía el tallista, por lo que habrá que esperar a una próxima exposición para seguir explorando la madera de artista de Julián Martín Egido.