Un año después de la entrada en vigor de la certificación energética de edificios, la provincia de Segovia cuenta con 1.960 inscripciones realizadas en el registro de certificados de eficiencia energética. Así se informó hoy desde la consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

De acuerdo con el tipo de calificación otorgada en las certificaciones con inscripción definitiva en el registro de Castilla y León, un 50 por ciento de los inmuebles ha obtenido calificación ‘E’ en cuanto a las emisiones de CO2 producidas. La normativa europea establece niveles de eficiencia energética que parten de la ‘G’ (la menos eficiente) a la ‘A’, la más eficiente. Se trata de una medida con la que con la que se ve favorecida la promoción de inmuebles de alta eficiencia y las inversiones en ahorro de energía.

Según afirmó la consejería de Fomento, estos datos demuestran el importante potencial existente en materia de rehabilitación de edificios, para la incorporación de medidas que aumenten su eficiencia energética, con lo que la actividad de profesionales del sector de la construcción se prevé en crecimiento.

Asimismo, se informó de que la Junta tiene como objetivo reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero, resultantes del aumento del consumo energético en todos los sectores de la actividad económica. Entre estos, el de la edificación (viviendas e inmuebles) representa aproximadamente un 40 por ciento de la demanda energética.

La normativa establece además que el órgano competente de la comunidad autónoma en materia de certificación energética de edificios establecerá y aplicará un sistema de control independiente de los certificados de eficiencia energética, pudiendo apoyarse en agentes externos autorizados para este fin.

Este control se basará en comprobar la validez de los datos de base utilizados para expedir los certificados de eficiencia energética inscritos en el registro autonómico; verificar los resultados de cálculo de la calificación y, la realización de visitas a los inmuebles, comprobando la correspondencia entre los edificios o viviendas y las especificaciones que constan en sus certificados, realizando para ello pruebas y mediciones.