Un auto del Juzgado número 6 de Segovia ha archivado la querella presentada por el Ayuntamiento de la capital contra la propiedad de la Casa de los Buitrago, porque no cree que esté justificado un delito de daños contra el patrimonio histórico en este palacete del siglo XVI.

La alcaldesa, Clara Luquero, afirmó que todavía no tienen conocimiento oficial de esta resolución judicial pero defendió la actuación realizada por el equipo de Gobierno. “En su momento, ante una serie de informes que nos hablaban con rotundidad de destrucción progresiva y continuada del patrimonio y la posibilidad de que existiera un delito penal, debíamos ponerlo a disposición del juez para que él tomara la decisión oportuna. Que el juez decide que no hay motivo para la querella pues aquí paz y después gloria”.

Para la jueza titular, la propiedad y el arquitecto, solo se limitaron a ejecutar las obras para las que habían sido autorizados en el edificio, por parte del Ayuntamiento de Segovia. También, la sentencia recuerda el informe favorable que recibió, en enero, por parte de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta, para la conservación de los elementos originales.

Una vez cerrada la vía judicial, el Ayuntamiento procederá a retomar la administrativa. “Reanudar el proceso sancionador en relación con la destrucción del patrimonio. Y luego habrá que abrir otro porque se le requirió también para la presentación de un proyecto de rehabilitación. Ha vencido el plazo hace unos días, hay elementos para la apertura de un segundo expediente sancionador”, aseguró la alcaldesa.

El arquitecto de la propiedad presentó en febrero, un proyecto para demoler el edificio con la conservación parcial de las fachadas. Documento que fue denegado por la concejalía de Urbanismo, porque estaba muy alejado de la orden inicial de protección del inmueble, y le daba un plazo máximo para presentar un nuevo proyecto de consolidación y refuerzo.

Los técnicos municipales consideran que en las labores de demolición, la propiedad se extralimitó tanto en la cubierta como en el interior, con la destrucción de elementos que ya no se podrán recuperar.