La capital rindió hoy un homenaje al Obispo emérito Antonio Palenzuela (Valladolid 1919, Segovia 2003) que presidió la Diócesis de la provincia desde 1970 y hasta 1995 cuando alegó motivos de edad para abandonar su cargo. Una placa en la valla de la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres en la Avenida Padre Claret recordará a partir de hoy su figura.

La alcaldesa, Clara Luquero; el obispo César Franco; la subdelegada del Gobierno Pilar Sanz,así como diferentes concejales del Ayuntamiento y familiares de Palenzuela han participado en un acto al que acudieron un centenar de personas y que culminó con el descubrimiento y posterior bendición de una placa conmemorativa.

Luquero definió a Palenzuela como “un hombre bueno en el sentido machadiano y que supo entender a los hombres y mujeres de su tiempo” y destacó “su gran categoría humana unida a su gran categoría intelectual”. Por su parte el obispo César Franco recordó a su antecesor como un hombre “recio y reservado, atento siempre a los problemas de la sociedad”. “Fue un gran intelectual y buscaba la verdad por encima de todo”.

Palenzuela fue ordenado sacerdote en Madrid en 1945, estudió Filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma y se licenció y doctoró en Sagrada Teología en la Universidad de Comillas Desempeñó el puesto de capellán en la Catedral de Bilbao y fue vicerrector de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat en Roma antes de recalar en Segovia en 1970. Entre 1984 y 1993 fue presidente de la Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe. Tras su renuncia en 1995 fue sustituido por Luis Gutiérrez.

Antonio Palenzuela falleció en el Hospital de la Misericordia en el año 2003 a los 83 años y sus restos descansan en la Catedral, en el centro de la capilla de San Antón.