En los últimos años la utilidad o no de los deberes escolares ha sido motivo de un intenso debate. Se trata de un asunto que preocupa a la comunidad educativa y que difícilmente encuentra consenso entre padres, profesores y especialistas en la enseñanza, ya que existe un profundo desacuerdo en cuanto a si deben o no asignarse deberes al alumnado, con posicionamientos que van desde los que defienden su total desaparición hasta los que los ven como algo imprescindible.

Su trascendencia es tal que el pasado 14 de diciembre de 2016 la cuestión llevó al Congreso de los Diputados ha instar al Gobierno a regular los deberes para acordar una postura sobre su finalidad, tiempos recomendables o el tipo de tareas extraescolares que se pueden asignar a los alumnos. La regulación de los deberes se estudiará y sus conclusiones se recogerán después en una nueva Ley de Educación.

La legislación educativa actual permite que cada centro pueda concretar su utilización a partir de un debate interno entre los tres agentes implicados: el profesorado como planificador y gestor de las tareas, el alumnado como su ejecutor y las familias como colaboradores necesarios. En este sentido, el director general de Política Educativa Escolar, Ángel Miguel Vega, ha subrayado que “desde la Consejería de Educación se pretenden fomentar las buenas prácticas en esta materia y su racionalización en la educación básica”. También ha señalado que cualquier decisión futura, adoptada a nivel institucional, debe contemplar como punto de inicio la opinión del profesorado, el alumnado y sus familias para después poder establecer unas pautas interpretativas u orientaciones generales (más que una regulación prescriptiva).

Así, la Comisión ha trabajado en la redacción definitiva de los cuestionarios que permitirán conocer la percepción sobre los deberes escolares en la enseñanza básica (Primaria y ESO). En estas encuestas se preguntará, entre otros asuntos, por la finalidad de los deberes escolares en las diferentes etapas educativas de la enseñanza básica; la organización de estas tareas en los centros; la cantidad y tiempo que se les dedica; cómo los afronta el alumnado; o por el tipo de colaboración entre el profesorado y las familias.

Está previsto que los cuestionarios se puedan completar a partir del 20 de febrero a través del Portal de Educación de la Consejería de Educación y habrá tres tipos diferenciados: para los estudiantes (dirigido a alumnos de 5º curso de Primaria y 3º de ESO), para los profesores (dirigido a docentes que imparten su enseñanza en estos niveles) y para los padres.