El Ayuntamiento de Segovia no recurrirá la decisión que propuso inicialmente la Fiscalía de Menores de reducir las pintadas que hizo una joven en el Acueducto a una falta, en lugar de un delito. “Es una irresponsabilidad de una adolescente”, reconoce la concejala de Patrimonio Histórico, Claudia de Santos, tras recibir el pasado jueves la notificación judicial, según la cual la Administración local, como titular del monumento, sólo será compensada con la reposición de los gastos de limpieza, que no llegan a 200 euros. “No recurriremos, es una menor y no vamos a pedir una condena mayor que le marque la vida”, añade la edil, que tampoco cuenta con que la menor cumpla servicios a la comunidad con el Consistorio. “Nuestro objetivo está cumplido porque yo creo que, desgraciadamente, son necesarias estas noticias para generar conciencia en la ciudadanía de la irresponsabilidad que supone un acto incívico realizado además sobre un monumento tan significativo”.

El Ayuntamiento, con la denuncia que interpuso, pretendía “hacer público que una pintada nunca es un hecho inocente se haga donde se haga, porque todos tenemos derecho a una ciudad limpia”, argumenta la concejala en declaraciones a la Agencia Ical. “Pero si encima se hace sobre un monumento que es Patrimonio de la Humanidad, y que nos representa a todos, que es nuestra identidad, el asunto es mucho más grave”. Además, De Santos extiende de alguna manera el problema, “en último término”, a toda la sociedad: “Se educa en familia, pero educa también la tribu, como suele decirse”, apunta en alusión a “la responsabilidad de los adultos de enseñar a las generaciones jóvenes lo que está bien y mal”, porque “quien educa en buena medida es la calle y los medios de comunicación”.

“Ojalá todos fuéramos conscientes de la necesidad de llamar la atención a un niño, un joven o una persona mayor a la que estamos viendo cometer un acto incívico, aunque sepamos que nos estamos exponiendo a reacciones que no nos gustarían”, opina la concejala. “Todos nos indignamos con acciones como las pintadas, pero luego pocos somos capaces de hacer decir ‘se le ha caído algo’ a una persona que tira un papel en la calle o no recoge el excremento de su perro”.