Patrimonio Nacional ha recibido propuestas de uso hostelero, sanitario o educativo para alquilar el palacio de Santa Cecilia y el palacete del general Serrano, dos emblemáticos edificios del Real Sitio de San Ildefonso a los que busca ocupación desde hace ya más de cuatro años para recuperarlos y, de paso, ahorrarse los costes de mantenimiento. Pero ninguna oferta ha cuajado hasta la fecha ante las dificultades de amortizar la inversión inicial que conlleva el arreglo y adaptación de cualquiera de los dos inmuebles, aunque el ente gestor de los bienes de la Corona mantiene abiertas varias opciones todavía.

“La parte buena es que hemos recibido ofertas y aún las hay, y la mala, que ninguna se ha podido concretar”, reconoce el director de Inmuebles y Medio Natural de Patrimonio Nacional, Juan Carlos de la Mata, en declaraciones a la Agencia Ical. “Ha habido propuestas de hostelería en los dos casos, y también en el ámbito de centros deportivos o clínicas de recuperación, de estética, etcétera”.

“Nuestro objetivo es la recuperación de los edificios con un uso que si no es cultural, al menos resulte congruente con sus valores histórico-artísticos y medioambientales”, añade. “Hasta ahora todos los proyectos han chocado con esa falta de rentabilidad, pero la oferta con fines educativos no ha hecho más que iniciarse, y hay otra reciente de uso hostelero que, de momento, digamos que no ha habido una manifestación de cerrar el asunto todavía”.

El interés por los dos singulares edificios ha crecido desde que el pasado verano empezaron a publicitarse en la web de este organismo ‘www.patrimonionacional.es’, pero los proyectos descartados, todos de iniciativa privada, planteaban la necesidad de “desarrollos urbanísticos incompatibles con la normativa vigente” para ser rentables. Respecto al precio del alquiler, “a negociar según destino o proyecto de obras a realizar”, según recogen los anuncios. “El problema es que no son edificios que puedan crecer, y el rendimiento óptimo de la superficie construida no cuadraría con el nivel económico que requiere la restauración arquitectónica y la adecuación interior para los fines previstos”, explica De la Mata. “Unos necesitaban una nueva ala o un edificio auxiliar para hacer una cafetería, otros más habitaciones o un centro de convenciones, pero no te puedes plantear montar nada parecido”, cita como ejemplos.

En el palacio de Santa Cecilia, construido a principios del siglo pasado, podrían llegar a habilitarse hasta 16 habitaciones, “y lo que sale cuando ha habido planteamientos de hacer un hotel o similar es que el nivel de inversión no es proporcionado con el rendimiento que darían”. Se encuentra en una finca de 55.370 metros cuadrados al pie del embalse del Pontón Alto, pero la superficie construida suma 2.611 metros y no puede haber más (ni menos) que la ya existente; y el edificio principal, de cuatro plantas, requiere arreglos en las cubiertas y la crujía interior del patio.

Cuando Patrimonio Nacional lo cedió en 2007 a la Fundación Ángel Corella para que ubicara allí su sede de la compañía de danza clásica, por ejemplo, se habló de un presupuesto global (arreglo, adaptación y equipamiento) de seis millones de euros. Sin embargo, el bailarín madrileño renunció cuatro años después sin haber acometido ninguna inversión, y el gestor de los bienes de la Corona busca alternativas desde entonces.

En parecidas circunstancias está el también conocido como Hotel Serrano, cuyo nombre responde al del general Francisco Serrano y Domínguez (1810-1885), último presidente de la Primera República, que lo encargó construir a finales del siglo XIX. El edificio ocupa 292 metros cuadrados dentro de un jardín de casi 5.000 en el casco urbano de La Granja (carretera de Segovia, 32), tiene cuatro plantas con una superficie construida de 1.071 metros cuadrados y presenta mejor estado de conservación que Santa Cecilia, por lo que requiere una inversión menor.

Pero lo cierto es que ni uno ni otro ha conseguido inquilinos en estos años: “Yo creo que se terminarán alquilando”, sostiene De la Mata, quien, sin embargo, no se muestra tan optimista en el caso de un tercer inmueble que también está disponible. Se trata de la casa de la Botica, más pequeña que los edificios anteriores, con tres alturas, “un estado de conservación que también requiere inversiones” y una ubicación muy especial como fachada de los jardines del palacio de La Granja, lo que limita aún más sus posibles usos “congruentes” con el entorno; de ahí que se haya optado por no publicitarlo en la web.

“Si en los otros casos encontramos problemas por el nivel de inversión y el aprovechamiento rentable, en la casa de la Botica eso se eleva muy notoriamente”, admite De la Mata, quien señala por ello que Patrimonio Nacional vería “lógico” destinar este inmueble, que nunca se ha cedido a terceros y lleva vacante desde finales de los 70 del siglo pasado, a un “fin institucional, cultural o docente”.

Razón de más para no ser especialmente optimista, según apunta, dadas las limitaciones económicas de la iniciativa pública en los últimos años. De momento, sobre esta inmueble ha habido “preguntas”, pero ningún “proceso serio” de negociación, a diferencia de lo sucedido con Santa Cecilia y Serrano.

Foto: Palacio de Santa Cecilia, junto al Pontón Alto/Ical