Las Jornadas del Foro Social de Segovia, presentadas bajo el lema »Otro mundo es necesario, otro mundo es posible», se centran en esta edición en la defensa del territorio, el medio ambiente, el cambio climático, la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible.
En la primera de las Jornadas participó Juan Senovilla, Presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, que reflexionó sobre el significado de la expresión soberanía alimentaria, y su relación con la agricultura ecológica. Senovilla explicó su relación con la agricultura, que comenzó en los años setenta, cuando sus prácticas ecológicas le valieron el sobrenombre de «el que no echa nada», y apostó por una práctica agrícola pegada a la tierra, defensora de la salud y del medio ambiente. Actualmente, Senovilla forma parte de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), desde donde reivindica la formación en agricultura ecológica, y fomenta prácticas que se basen en el respeto a la tradición, la rotación de cultivos, la diversificación o la compra de productos procedentes del entorno más cercano al consumidor.

El Presidente del Consejo abogó por la relación directa entre productores y consumidores y por el reconocimiento de la agroecología como ciencia. También defendió la utilización de semillas autóctonas y calificó a muchas de las tierras que han sufrido la agricultura agroquímica como «tierras drogodependientes».

Por su parte, Paul Nicholson, agricultor jubilado, miembro del sindicato EHNE (Unión de Agricultores Vascos) e impulsor, desde sus orígenes del movimiento Vía Campesina, recordó que no son las grandes empresas alimenticias ni los grandes terratenientes, sino que son precisamente los pequeños agricultores los que alimentan a la mayor parte de la población mundial.

Nicholson argumentó que la agroecología enfría el planeta, mientras que la agricultura industrial es la responsable de la mayor parte de su calentamiento. «Y es precisamente la lucha globalizada de las pequeñas explotaciones agrarias y agroecológicas de todo el planeta quien puede combatir el hambre y la malnutrición que hoy día se extienden a una tercera parte de la población mundial», añadió.

El ponente reclamó una mayor formación en agroecología en España, puesto que en muchos otros lugares del mundo se oferta esta formación en todos los niveles, incluido el universitario.