Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado lunes a un joven de 19 años por su presunta pertenencia a la principal red de tráfico de cocaína de Segovia, desarticulada el 17 de junio en el marco de la operación Cabina. Entonces se practicaron seis detenciones y el jefe de la Comandancia del Instituto Armado en la provincia, Fernando Gil Llorente, anticipó el viernes que todavía contaban con poner a disposición judicial a un séptimo implicado, tal y como sucedió finalmente tres días después, si bien fuentes oficiales de la Subdelegación del Gobierno aclararon que no recibieron comunicación al respecto hasta hoy.

El último detenido es E.P.C., vecino de la localidad segoviana de Abades, y dentro de la organización ocuparía “un tercer escalón”, según precisó a Ical el teniente coronel. El supuesto cabecilla y quien le acompañaba cuando fue interceptado con más de un kilo de cocaína se encuentran en prisión provisional, y el resto, en libertad con cargos, imputados por delitos contra la salud pública.

En total, entre las detenciones y los posteriores registros domiciliarios realizados en Segovia y Madrid entre el miércoles y el jueves de la semana pasada, las autoridades se incautaron de 2,854 kilos de cocaína, 22 gramos de marihuana, 31.160 euros en metálico, sustancias precursoras y de corte (cuatro litros de acetona, 172 gramos de tetracaína y 2.265 de otras), joyas y otros efectos como una balanza de precisión. La cocaína llegaba de Madrid a Segovia con una pureza del 95 por ciento pero se vendía con un 20, ya que las dosis dispuestas para su venta en la ciudad se cortaban hasta quintuplicar su peso. En total se calcula que la cantidad aprehendida daba para unas 5.700 dosis que habrían alcanzado un valor de más de 180.000 euros en el mercado ilícito.

Fuentes judiciales confirmaron a Ical que los dos sospechosos que permanecen en prisión provisional son L.N.R.G., de 59 años, vecino de La Lastrilla y supuesto líder de la trama; y F.P.P., de 55 y afincado en Segovia. Ambos son españoles y “muy conocidos” en el ámbito local del tráfico de drogas, según la Guardia Civil; igual que los otros dos implicados de la ciudad, J.A.B.C. y E.P.C., de 52 y 50 años, imputados por delitos contra la salud pública, aunque de momento fuera de prisión.

En similares circunstancias se encuentran dos mujeres de nacionalidad colombiana, L.J.A.B. y L.D.H.B, de 41 y 62 años, hermanastras que comparten piso en Madrid, en la zona de Valdebebas, y que según los responsables de la investigación iniciada a principios de 2014 son quienes se encargaban de facilitar la llegada de la droga desde su país hasta la capital española.

Foto: parte del material incautado en la operación Cabina