Cuando queda menos de un mes para que la luz de las velas vuelva a iluminar Pedraza (Segovia) y se llene de visitantes para presenciar un recital diferente, la Fundación Villa de Pedraza ya ha vendido aproximadamente un 30 por ciento de las entradas para los conciertos. Una edición, la 23, que viene cargada de novedades importantes, ya que al traslado del escenario de la plaza Mayor a la explanada del castillo se añaden cambios en la iluminación de la fortaleza y la ausencia de velas en la zona donde el público disfrutará de la música.

Unas modificaciones que supondrán a su vez una reorganización en la logística, como una nueva distribución de las sillas o la supresión de plazas de aparcamiento dentro de la villa. El presidente de la Fundación, Javier Acebo, en una entrevista concedida a Ical descartó que este traslado implique un aumento del aforo con respecto a años anteriores, por lo que se mantiene en 2.000 personas en cada uno de los conciertos.

Además, el nuevo enfoque que se quiere dar a esta cita cultural afecta también a la oferta musical, con la introducción por primera vez de música de cine y la participación de los cañones de la Academia de Artillería de Segovia para cerrar el segundo de los conciertos, coincidiendo con el 250 aniversario de la creación de este centro de formación militar.

La venta de las entradas se inició el pasado 10 de mayo y “va en la línea de otras ediciones”, según detalló Acebo, que explicó que las condiciones con el precio anticipado (desde 49 hasta 79 euros) se mantendrán hasta el 15 de junio. Además, matizó que el cambio de escenario ha supuesto que “mucha gente” pregunte las razones por las que se ha adoptado esta decisión, “aunque cuando se explica todo funciona bien”.

 

Más interés por los cañones

La consolidación de estos conciertos es ya un hecho porque todos los años agotan las entradas, pero en esta ocasión sí han detectado un mayor interés por el segundo de los eventos programados, el que ofrecerá el 12 de julio la Orquesta Clásica de Santa Cecilia de Madrid, dirigida por el francés Benjamin Lévy. Acebo cree que se debe a que incluye la ‘Obertura de 1812’ de Tchaikovsky acompañada por las campanas de la iglesia parroquial de San Juan y los cañones del siglo XIX de la Academia de Artillería de Segovia que, coincidiendo con el 250 aniversario de este centro militar, se ubicarán en la misma explanada.

“Todo esto da un cierto margen de diferencia con respecto al primer concierto, que es más exquisito en el sentido de que es una orquesta de Londres, que es un poco la patria de este tipo de música clásica, porque se va a tratar de música de cine”, explicó el presidente de la Fundación. El primer concierto se celebrará el día 5 de julio con el grupo británico The Soloists of London. “Es una compañía muy conocida y especializada, con una violinista española, Leticia Moreno, que es una de las grandes en estos momentos, una persona joven que ya ha pasado de emergente a realidad y que está funcionando muy bien”, detalló.

“Se trata de una orquesta clásica con la ‘Obertura de 1812‘ para el segundo frente a una más pequeña con una violinista estupenda en el primero. Todo bajo el paraguas de la música clásica y de cine”, añadió el presidente de la Fundación, que subrayó que “ahora mismo” sí han notado que “tienen más atracción los cañones que la calidad de la primera”.

Pese a este matiz y el cambio de escenario, Javier Acebo confía en colgar el cartel de completo como en años anteriores: “Siempre se llena, aunque probablemente se llene menos el primer concierto que el segundo, porque es un evento muy notorio y hay un elevado grado de fidelización”.

 

Nuevas vallas y portadas

El traslado de los conciertos a la explanada del castillo supondrá cambios en la iluminación de la villa, una de las partes fundamentales de este evento. En primer lugar se va a iluminar la fachada de la fortaleza, así como los laterales con algún cañón de luz. Aunque las velas serán las mismas en el casco de Pedraza, unas 50.000 repartidas por todas las calles, en la zona del escenario no se va a colocar ninguna “por un tema de seguridad”.

Además, ya se ha modificado toda la logística preparada en ediciones anteriores, ya que ahora deben impedir el paso a la explanada del castillo. Acebo concretó que el acceso desde las ruinas de Santa María hacia la Casa del Médico se va a cerrar con dos portadas, mientras que en el resto del perímetro colocarán vallas forradas de dos metros. “En las puertas sí pondremos velas, pero no habrá entre el escenario y la zona de acceso, no nos arriesgamos. El año que viene si seguimos manteniendo el escenario y observamos cómo ha ido, ya se verá. Ahora nos guía un poco la prudencia”, comentó.

Y todos los cambios se asumen con “un pequeño equipo de personas muy compacto”, aunque Acebo subrayó que cuentan con “los voluntarios naturales”, los vecinos de Pedraza que se encargan de encender las velas.

El traslado del escenario implicará también la supresión de plazas de aparcamiento. “Cada año estamos tendiendo a que se dejen fuera y solo entren los coches de los servicios, de los hoteles y de los vecinos. Este año con más motivo cerraremos la villa antes al tráfico general”, señaló el presidente de la Fundación. Para controlar este trabajo, que es “muy importante”, ya se ha creado un equipo multidisciplinar con la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento.

 

«Un cambio que beneficia a la villa»

La decisión de cambiar los conciertos se adoptó por la comisión ejecutiva de la Fundación, “valorando ventajas e inconvenientes” y considerando “oportuno” hacerlo este año junto con “la introducción de música de cine y los cañones”. “Son tres elementos que van a dinamizar los conciertos y a la villa en el fondo, que es el fin último de la entidad”, aseguró Javier Acebo.

Precisamente, salvaguardar los intereses de la villa es la causa principal por la que se realiza esta modificación. “Con el cambio se beneficia todo el mundo, los hoteles, restaurantes, etc, porque al final de la noche esa zona no estaba utilizable y así queda todo disponible”, señaló el presidente de la Fundación, que se mostró “muy esperanzado” con el modelo que han implantado para este año. “Todo está perfectamente integrado, además no tenemos ya ningún cable en las fachadas, y esto es una novedad importante”.

Los fondos recaudados con la venta de localidades irán destinados un año más a la rehabilitación de la antigua iglesia de Santo Domingo para convertirla en un centro cultural que programe actividades semanalmente en Pedraza. Acebo apuntó que en los últimos meses se ha avanzado bastante en la obra, con la finalización de la cubierta y el acondicionamiento de la planta superior para oficinas de la Fundación, mientras que la de abajo se ha dejado diáfana. “Pero rehabilitar un edificio antiguo es muy caro, además hay que hacer un trabajo muy minucioso, necesitamos más ingresos y mucho ánimo, porque es una labor importante”, concluyó.

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