No se sabe si porque las cosas nos van bien o por que tenemos un espíritu fatalista, pero nos quejamos poco. Segovia es la única provincia de la región en la que han descendido las quejas presentadas al Defensor del Pueblo, órgano que vigila por el cumplimiento de los derechos que otorga a los ciudadanos la Constitución.

En concreto, los segovianos enviaron a la institución presidida por el actual Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, quince quejas menos en 2017, cuando se registraron 72, que en 2016, año en que se contabilizaron 87.

Este descenso es más significativo aún si lo comparamos con los datos de la comunidad, en la que se triplicaron los expedientes de queja. En concreto pasaron de los 1.095 tramitados en 2016 a los 3.050 que se contabilizaron el pasado año. Así se revela en el Informe Anual 2017 del Defensor del Pueblo.

La única ciudad de la comunidad que se suma a la atonía segoviana es Ávila, donde el número de quejas fue similar al pasado año (73 expedientes), pero en el resto de las provincias se incrementan los requerimientos a la institución nacional. Así, el aumento más importante se produce en Burgos, con una subida del 62,6 por ciento (230 quejas), seguidos del de Valladolid (+9,8, 300 expedientes) y Salamanca (+7,5, 230 expedientes). Mínimos fueron los aumentos registrados en Palencia o en Soria.

En 2017, la Institución tramitó 25.776 expedientes en España, entre quejas (24.976), investigaciones de oficio (760) y solicitudes de interposición de recurso de inconstitucionalidad (40). Castilla y León representó el 12,39 por ciento del total de quejas.