Unos sesenta funcionarios del Centro Penitenciario de Segovia se han concentrado a sus puertas en respuesta a los gravísimos incidentes que sucedieron en la concentración del pasado día 17 de mayo en la prisión de Morón, donde resultaron heridos más de veinte compañeros, uno con consecuencias muy graves, tras la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El sindicato CSIF ha manifestado solidaridad con los compañeros heridos en las concentraciones que están teniendo lugar en los Centros Penitenciarios, deseándoles una pronta recuperación. Asimismo dice «no entender» la contundencia con la que se están comportando las Fuerzas de Seguridad al reprimir a los manifestantes. «En múltiples ocasiones nos hemos solidarizado con los problemas que han aquejado al colectivo de las Fuerzas de Seguridad, y en este momento no comprendemos su proceder, totalmente fuera de lugar, la única posibilidad es que estén recibiendo órdenes concretas del Ministro de Interior para que repriman con dureza extrema las concentraciones.», señalan Por la gravedad de lo sucedido, solicitan la dimisión del Ministro del Interior y la del máximo responsable de Instituciones Penitenciarias. «Las imágenes que se están viendo solo demuestran que la represión que estamos sufriendo es fruto de la desesperación de los máximos responsables de la Institución, que a toda costa pretenden acallar las voces de los profesionales de Instituciones Penitenciarias», añaden.

«Hoy mismo el Secretario General de Instituciones Penitenciarias en otra vuelta de tuerca más, ha dado orden a los Directores de no dejar salir a los trabajadores a las concentraciones de los centros penitenciarios, en un paso más de su represión y que no se escuche los problemas de la Institución que él dirige.», continúa el comunicado de CSIF.

Los empleados públicos penitenciarios solicitan que se abra una mesa de negociación y se termine con la represión que se está ejerciendo contra este colectivo, «que lo único que pretende es que se le reconozca su labor social con unas retribuciones dignas y se les garantice su seguridad».