No ha caído mucho pero sí lo justo para no hacernos perder la esperanza. Si se cumplen las previsiones que dan lluvias para esta semana, las nubes que amenazaban con restricciones de agua en la capital segoviana se alejarán, al menos durante un par de meses. El agua que hoy ha caído en Segovia no ha sido recibida como un jarro de agua fría sino más bien como agua bendita.

En los últimos meses, los segovianos han visto como el agua del pantano del Pontón, que suministra a la ciudad, bajaba, bajaba y bajaba hasta niveles nunca vistos. Las primeras alarmas saltarón en agosto, cuando el Ayuntamiento se vio obligado a emitir un bando que cortaba el llenado de piscinas, la limpieza de las calles con agua potable y cerraba el grifo de más de 30 fuentes públicas. Las semanas pasaban y las lluvias no acababan de caer así que el consistorio tuvo que empezar a coger agua de los acuíferos de Madrona, que sólo se usan en caso de gran necesidad. El agua del Pontón ya no era suficiente. La página web de la Confederación Hidrográfica del Duero mantiene a fecha 21 de octubre que el pantano apenas sí superaba el 20% de su capacidad, con sólo 1,5 hectometros cúbicos de agua frente a los 7,4 de su capacidad. La cifra más baja en sus 15 años de historia.

Sin embargo, por ahora y gracias a la previsión de lluvias para esta semana, el suministro está garantizado y si bien hace unas semanas hubo ciertas quejas por la turbiedad del agua, el concejal de Obras y Servicios, José Llorente, considera estos problemas superados. «Actualmente, el agua baja clara y la calidad está garantizada -explica Llorente- ya que estamos haciendo análisis diarios desde distintos puntos de la ciudad, tanto desde el Ayuntamiento como desde el Ministerio de Sanidad, así que los ciudadanos no deben preocuparse por este tema».

Llorente también ha dicho que por ahora no va a haber restricciones «aunque habrá que esperar a ver cómo evolucionan las lluvias esta semana» y ha recomendado a los ciudadanos modificar ciertos hábitos para conseguir ahorrar unos litros cada día. Por ejemplo, «intentar tirar con menos frecuencia de la cisterna del water o introducir dentro una botella de litro y medio de agua, ducharse en vez bañarse o revisar que todos los grifos de la casa no pierden agua».

En cuanto al ahorro municipal, Llorente ha reconocido que, si bien la red de abastecimiento de la ciudad es antigua y suele tener fugas, desde su concejalía se están llevando a cabo obras de mejora de la red. «En los últimos seis años hemos renovado completamente más del 40 por ciento de las red de abastecimiento y tenemos previsto hacerlo en más zonas de la ciudad», afirma. «Por eso hemos levantado recientemente toda la calle Real, para mejorar la red de saneamiento y cambiar la de abasteciemiento y, así, evitar fugas».

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