María Martínez y Patricia Belda son las madres de dos alumnos del CEIP Arcipreste de Hita, en El Espinar. En septiembre, uno empezará tercero de Educación Infantil y el otro, primero de Educación Primaria. En su petición, ambas inciden en la importancia de que se atienda a estos niños en función de sus necesidades.

Martínez ha asegurado que la integración de ambos alumnos en el centro es total. Recalca el hecho de que los compañeros de clase de su hijo hayan aprendido lenguaje de signos para comunicarse mejor con él. A su juicio, el problema radica en la dotación de profesionales. Argumenta que en el colegio Santa Eulalia de la capital segoviana se puso en marcha el denominado Aula Amapola con la existencia de dos alumnos con TEA, por lo que exige que se actúe de igual manera ante las mismas condiciones.

Afirma que la Dirección Provincial de Educación ha contestado a los escritos del AMPA del CEIP Arcipreste de Hita con la tesis de que la creación de esa aula especializada depende de la dirección del centro. Sin embargo, recalca que quien debe garantizar estos recursos necesarios para que se mantenga es precisamente esa Dirección Provincial, ejemplificándolo como «una pescadilla que se muerde la cola».

Según Martínez, lo idóneo sería que el centro contase con dos profesionales específicos. No en vano, ha recordado que, pese a que ambos niños tengan el mismo diagnóstico, las manifestaciones de cada uno son muy diferentes. María Martínez ha incidido en que, en ambos casos, cuentan con el apoyo y la orientación de la Asociación Autismo Segovia, así como por parte de la dirección del centro. Según sus declaraciones, en el colegio están dispuestos a la creación de este aula, aunque siempre que tengan los recursos necesarios provistos por la Junta. No solo para su puesta en marcha, sino también para mantenerlo a lo largo de toda la etapa escolar de los alumnos.

De esta manera, a pesar de que lo ideal sería la dotación de esos dos profesionales, María Martínez ha admitido que con que el centro contase con un se darían por satisfechos, puesto que en el curso 2016-2017 solo han contado con siete horas semanales de apoyo, lo que «no es suficiente». Ambas madres recuerdan en su reclamación la puesta en marcha por parte de la Junta del II Plan de Atención a la Diversidad «dotado con más de 54 millones de euros». Eso le ha llevado a señalar que «si la Dirección Provincial quiere» se podría crear esa aula TEA en el centro, para garantizar la integración de sus hijos, de modo que puedan ser «autosufientes» en el futuro.