El director del Museo de Segovia, Santiago Martínez, ha avanzado que la cuarta campaña en el yacimiento de Santa Lucía de Aguilafuente ahondará en su evolución histórica entre entre el siglo II antes de Cristo hasta el siglo VIII de nuestra era porque la villa tardorromana de Santa Lucía se convirtió en necrópolis visigoda. Una campaña arqueológica que se extenderá del 2 al 31 de julio con una inversión de 45.000 euros aportados principalmente por el Ayuntamiento de Aguilafuente, con la ayuda de la Diputación de Segovia.

Martínez explicó que el proyecto de investigación del yacimiento de Aguilafuente parte de los hallazgos de las excavaciones realizadas entre 1968 y 1972 que sacaron a la luz “gran parte de la parte residencial de la villa tardorromana de entre los siglos IV y V”. En 2018, aseguró Martínez, quieren ir más allá en el conocimiento de este tipo de villas y conseguir que sea «la primera visitable” en la provincia de Segovia a partir de la obtener “una mejor musealización”, objetivo del Ayuntamiento de Aguilafuente y la Diputación de Segovia.

El director del Museo de Segovia explicó que la villa era un gran complejo con una parte residencial, “la domus”, desde la que se explotaba un gran territorio que disponía de espacios de servicios como talleres, almacenes, establos o las residencias de los esclavos, conocida como “pars rústica” junto a la que se econtraba la “pars fructuaria” con los  terrenos agrícolas y ganaderos y de pastos.

En las anteriores exploraciones en el yacimiento de Santa Lucia se trabajó en la parte residencial donde hallaron y extrajeron “una importante colección de mosaicos”, que se pueden ver en el Aula Arqueológica de Aguilafuente. Además, recordó Martínez, se hallaron conjuntos pictóricos como “un panel con temas vegetales y animales como pavos reales que se conserva en el Museo de Segovia, y el conocido como «gran mosaico de los caballos», que debía de ser los preferidos del dominus de la villa”, al estar situado en la estancia de más prestigio donde recibía a sus visitas.

Partiendo de esta base, aseguró el director del Museo del Segovia y portavoz del equipo científico, ahora se plantean “conocer la evolución histórica del área de Aguilafuente», desde la villa, cogiendo como “ámbito desde siglo II antes de Cristo al siglo VIII, al final final de la etapa visigoda”, porque estas tres fases conforman “los contextos arqueológicos” de Aguilafuente ya que al caer en desuso la villa, ya en el Alto Medievo, acogió una necrópolis visigoda, de la que hay documentadas y registradas “200 tumbas en la ruinas de la parte palaciega de la villa”, remarcó Martínez.

Durante todo el mes de julio, un equipo formado por 25 personas coordinadas por Santiago Martínez y el profesor de la Universiad Complutense de Madrid Manuel Retuerce, realizarán una investigación sobre “todas estas etapas” que abarcan más de ocho siglos de historia en esta parte de la provincia de Segovia.

Los expertos trabajarán en “la otra mitad no conocida de la villa residencial” y buscarán a través de la estratigrafía arqueológica, del estudio de la superposición de las capas o estratos de la tierra, evidencias de una ocupación anterior de la domus durante el el periodo Alto Imperial en el siglo II antes de Cristo. y que le llevó a su abandono en el siglo V.

También se hará una exploración del territorio en las zonas del ‘pars rústica” con prospecciones físicas y arqueológicas de estos espacios vinculados con la residencia principal y se “contextualizará la villa y todo su espacio con el contexto romano de la provincia de Segovia”, cómo y con qué ciudad romana estaba conectada la villa al estar posicionada “a mitad de camino” de Confluenta-Duratón, Coca y Segovia.

Curso de Antropología

Santiago Martínez explicó que se partirá del patio central de la domus para ir hacia el este y hacia el sur con sondeos en zonas interiores para ver si hay “estructuras precedentes del siglo II antes de Cristo y la excavación de la necrópolis visigoda que se dejaron sin excavar a partir de 1972”. Precisamente la actuación en la necrópolis visigoda, argumentó Martínez, ha sido estructura por los profesores de la UCM como Curso Práctico de Antropología de Campo, dirigido a alumnos universitarios para extraer el máximo de información posible sobre el cementerio visigodo de Aguilafuente.

Santiago Martínez expuso que ahora se pueden aplicar nuevas técnicas y tecnologías que no existían hace cuatro décadas y ampliar los datos sobre los cementerios visigodos, tanto el de Aguilafuente, como de otras infraestructuras ya excavadas en otros puntos de la provincia de Segovia como Espirdo o Madrona.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, recordó que uno de los objetivos de la institución provincial es recuperar el pasado romano, de las grandes ciudades del Duero como Segovia, Coca y Confluenta y de las villas, como la de Santa Lucía de Aguilafuente.

Vázquez destacó que la Diputación realizó un aparcamiento junto al yacimiento para permitir su “futura explotación turística” y apoya con 15.000 euros esta nueva campaña de excavaciones y el Curso de Antropología de Campo, que ha incluido la elaboración de la perime tría de la zona.

El alcalde de Aguilafuente, Jesús Ballesteros, afirmó que es un proyecto muy importante para el municipio, que aporta 30.000 euros y agradeció la implicación de la Diputación para invertir en un yacimiento que prácticamente lleva paralizado desde los años 70. Ballesteros confió en que la campaña de “frutos atractivos” para que puedan “seguir haciendo excavaciones en diferentes etapas” en la villa de Sa