La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un radar fijo y otro móvil en la N-110 (Soria-Plasencia), en el entorno de las curvas de Fuentemilanos. Según han señalado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, se trata de un radar fijo en cabina lateral, situado en el punto kilométrico 208,200, conectado con el Centro de Tratamiento de denuncias de León; y de un radar móvil, operado por la Guardia Civil de Tráfico, entre los puntos kilométricos 203,300 y 202,650, en las plataformas laterales que han sido habilitadas por la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento.

La subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, señaló que “el objetivo reside en que estos radares tengan un efecto disuasorio en los conductores, para evitar que circulen con una velocidad inadecuada”. Al tiempo, insistió en recomendar “que se cumplan las normas de tráfico para evitar accidentes y desgracias en las carreteras”.

Recordó que el Ministerio de Fomento trabaja además en una solución temporal e inmediata, entre las técnicamente posibles, para reducir el riesgo de accidentes en ese tramo, mientras se hace efectiva la solución definitiva con el cambio de trazado de las curvas de Fuentemilanos.

 

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