La Asociación de la Prensa de Segovia y la Delegación del Colegio de Periodistas de Castilla y León piden el cese de la sangría de empleos en los medios locales. Los colectivos profesionales lamentan el reciente despido de tres redactores de las emisoras Radio Segovia y Radio Cuéllar, asociadas a la Cadena SER

La Asociación de la Prensa de Segovia, a través de su junta directiva, y la delegación del Colegio de Periodistas de Castilla y León han reclamado a las empresas de los medios locales y provinciales que cese la sangría de empleo que se vienen registrando en los medios de Segovia, en los últimos años, cuando no el cierre y el cese de la actividad.

Las últimas personas en sumarse involuntariamente a esta lista han sido tres miembros de la redacción de las emisoras Radio Segovia y Radio Cuéllar, asociadas a la Cadena Ser, a quienes se ha entregado hoy la carta de despido, junto a una empleada de la administración.

Estos despidos, al igual que otra veintena que se han venido produciendo en Segovia, en los últimos cinco años, favorecidos por una legislación laboral cada vez más flexible, son también rechazables por cuanto contribuyen a deteriorar la calidad de la información.

Vaciar las redacciones de los medios, más en el caso de personas con experiencia y conocimiento del ámbito en el que trabajan, empobrece a una sociedad y obstaculiza su desarrollo, mientras que llama la atención, que quienes vienen a sumarse a esta lamentable lista hayan sido compañeras y compañeros con una amplia antigüedad en las emisoras de radio, qu realizaban un trabajo de calle, acudiendo normalmente a las convocatorias sobre temas de actualidad, y con experiencia y sobrado conocimiento del terreno.

En línea con los manifiestos de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reiteramos que se pagará un alto precio si no se toman medidas para paliar la situación de deterioro del sector periodístico.

Los ciudadanos, miembros de organizaciones, colectivos vecinales o grupos culturales, están siendo testigos de que a sus convocatorias cada vez acuden menos periodistas, fruto de lamentables despidos como éstos o de reducción de redacciones y regulaciones temporales de empleo, así como de un cada vez más vertiginoso descenso en el pago a colaboradores. A este paso, las actividades de la sociedad no tendrán repercusión pública porque no habrá periodistas para contarlo, en detrimento de la pluralidad y dando paso exclusivamente a una información oficializada y dirigida.

Dejar morir el periodismo es como dejar morir la democracia, como subraya la FAPE, al entender que los medios contribuyen a su sostenimiento promoviendo el debate cívico, el intercambio de ideas y actuando como contrapoder a fin de evitar los abusos. Hacemos un llamamiento a los empresarios de los medios y a la sociedad en su conjunto, incluyendo a los poderes públicos, a que asuma cada uno su responsabilidad y tomen medidas, dejando de abordar este grave problema desde un punto de vista mercantil, exclusivamente, en cuanto que afecta también al derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz.

La precariedad laboral y salarial se extiende como una marea, recuerda la FAPE, colocando a los periodistas en una situación de indefensión ante las presiones, vengan de donde vengan. El papel de contrapoder de la prensa queda reducido a la mínima expresión.

 

 

 

 

 

 

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