La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha alertado de una plaga de garrapatas este verano, tanto en el entorno rural como en el urbano. Las abundantes lluvias de la pasada primavera han dado lugar a un aumento de la vegetación y, en consecuencia, a un aumento de la proliferación de garrapatas en el campo y entornos rurales, fácilmente trasladadas a las ciudades a través de las mascotas o de las propias personas. Los expertos en sanidad ambiental recuerdan que las garrapatas, más allá de perjudicar la salud de los animales, actúan también como vectores de multitud de enfermedades sistémicas graves para el hombre.

El riesgo de introducción y propagación de enfermedades infecciosas emergentes es cada vez mayor en nuestro planeta. La reciente globalización, el cambio climático, las modificaciones del medio ambiente, los cambios demográficos o el aumento del movimiento de personas, animales y mercancías son factores determinantes en la difusión de estas enfermedades. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) el 28% de ellas se propagan a través de vectores, entre los que se encuentran las garrapatas.

Entre las enfermedades más importantes que pueden ser transmitidas por las garrapatas al hombre en nuestro país están la Fiebre Botonosa o exantemática mediterránea y otras rickettsiosis, la Fiebre Hemorrágica Crimea Congo y la Enfermedad de Lyme. Otras menos frecuentes son la Anaplasmosis humana o la Babesiosis. Además, de forma esporádica se han descrito casos de Tularemia.

Las primeras 24 horas son cruciales

En el marco del Plan Regional de Vigilancia y Control de Vectores con Interés en Salud Pública de la Comunidad de Madrid, presentado hace unas semanas, se han tomado muestras en 37 animales parasitados con garrapatas, de los cuales el 38% tenían garrapatas infectadas al menos con uno de los  siguientes agentes patógenos peligrosos para el hombre: Coxiella burnetti (Fiebre Q), Francisella tularensis (Tularemia), Borrelia spp. (Enfermedad de Lyme) y Rickettsia spp. (Fiebre Botonosa).

Además, un reciente estudio ha confirmado la presencia de garrapatas en perros durante todo el año, prácticamente en todo el territorio nacional. El mismo estudio también ha analizado tanto las especies de garrapatas que se encuentran en perros de nuestro país como las especies patógenas que portan estas garrapatas. Son cuatro las especies de garrapatas más comunes en perros en España. Tanto en el área mediterránea como en el sur del país, prácticamente la única especie de garrapata encontrada en el perro es Rhipicephalus sanguineus. En la zona centro, es esta la especie predominante, aunque también podemos encontrar Dermacentor reticulatus. En el norte de España, además de estas dos especies, podemos encontrar con frecuencia tanto Ixodes ricinus (especialmente en la cornisa cantábrica) – causante de la Borreliosis o Enfermedad de Lyme – como Ixodes hexagonus (especialmente en Galicia).

Para que las garrapatas sean capaces de transmitir a hombres y animales los agentes nocivos que portan necesitan estar prendidas de la piel un tiempo generalmente superior a las 24 horas.

¿Qué hacer si me pica una garrapata?

No todas las garrapatas transmiten enfermedades, ni pican a humanos. Existe una cierta especificidad y cada especie de garrapata transmite (en el caso de que esté infectada) un determinado agente patógeno. Ante una picadura de garrapata es importante no tirar de la misma, ni retirarla mediante sistemas tradicionales como algodón con alcohol, aceite o vaselina, entre otros. Se deberá extraer cuidadosamente con pinzas de borde romo, tal como se indica en la “Guía de Actuación ante picadura de garrapata” elaborada por el Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional y el Ministerio de Sanidad (https://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/enfermedadesEmergentes/Crimea_Congo/docs/Guia_actuacion_picadura_garrapata_20161014.pdf). Además, se recomienda conservarla, para poder ser analizada posteriormente en caso de darse complicaciones.

Cómo acabar con las garrapatas

Según el Consejo europeo para el control de las parasitosis de los animales de compañía (ESCCAP), “los veterinarios, propietarios y médicos deberían trabajar juntos para reducir los riesgos asociados con la transmisión zoonósica de enfermedades parasitarias”. En la lucha contra los ectoparásitos la prevención es fundamental. La forma más fácil de reducir las posibilidades de una infestación por garrapatas es aplicar periódicamente en nuestras mascotas los tratamientos diseñados para prevenirlas. Los tratamientos ofrecen un control eficaz de las infestaciones existentes y evitan que reaparezcan.

Los veterinarios disponen actualmente de una gran variedad de productos antiparasitarios para perros y gatos. Ya sea en forma de pipetas, collares o comprimidos orales, es fundamental asegurarse de que el producto elegido actúa frente a las cuatro garrapatas más prevalentes en España para que el tratamiento sea efectivo.