El túnel de conexión entre los intercambiadores ferroviarios de Atocha y Chamartín, en la capital madrileña, estará acabado a mediados de febrero. Así lo ha anunciado en Segovia el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González Marín. Según dijo, las obras del calado del túnel de alta velocidad que unirá las estaciones madrileñas de Puerta de Atocha y Chamartín concluirán a mediados del próximo mes, para lo cual desde Fomento se está trabajando “contrarreloj, pero con una programación muy cuidadosa, porque somos conscientes de que este túnel de conexión es un elemento importantísimo no sólo para el corredor Noroeste del AVE, sino para todas las líneas, porque permeabiliza todas las conexiones de la alta velocidad».

Aún así, habrá que esperar al acondicionamiento del nuevo túnel entre Chamartín-Atocha y a que Renfe programe sus servicios en esta nueva vía.

El presidente de Adif asistió en Segovia a la firma de convenios de cesión de terrenos para convertir la antigua la línea ferroviaria Segovia-Medina del Campo en una ‘vía verde’. Y dijo que el proyecto se está desarrollando con tres meses de adelanto sobre el plan inicialmente establecido. Además añadió que una vez concluido el calado del túnel, las obras continuarán con el montaje de vías, catenarias y los sistemas de seguridad en los 7,3 kilómetros del trazado comprendido entre la calle Méndez Álvaro y la cabecera sur de la estación de Chamartín.

 

Un presupuesto de más de 200 millones

El proyecto cuenta con un presupuesto de 206 millones de euros, y lo lleva a cabo la UTE integrada por las empresas Dragados, FCC Construcción, Copisa Pirenaica y Tecsa Empresa Constructora. La conexión ferroviaria que conectará las estaciones de Madrid-Puerta de Atocha y Madrid-Chamartín constituirá una infraestructura esencial para el desarrollo de una red vertebrada de ancho internacional en España, ya que permitirá la interconexión de todas las líneas de alta velocidad que pasen por Madrid, favoreciendo la interoperabilidad del tren de alta velocidad, de modo que mejorará la comunicación de las líneas que pasan por Castilla y León. Así, el túnel aportará a los viajeros mayores posibilidades a la hora de elegir su estación de llegada o partida en alta velocidad a la capital, pudiendo optar por Chamartín o Atocha.

El nuevo enlace de doble vía Atocha-Chamartín tiene una longitud de 7.313 metros, con doble vía en placa, de ancho internacional. La mayor parte de la excavación se ejecuta con tuneladora, salvo los primeros y últimos metros que se realizan con otros métodos. En su camino se cruza con ocho líneas de Metro, pasa bajo los túneles de Cercanías de Recoletos y Sol en Atocha, y en la zona de Chamartín discurrirá paralelo, en un tramo de unos 400 metros, al túnel de Recoletos. Cuenta con ocho salidas de emergencia, cinco de las cuales tienen acceso directo a la superficie y las otras tres, en la calle Serrano, se comunicarán con el exterior a través de los aparcamientos subterráneos que se están construyendo actualmente. La distancia máxima entre estas salidas será de mil metros. Además, el túnel contará con tres pozos de ventilación y cinco de bombeo.

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