El resto de conversaciones, cara a cara con el público como testigo, se desarrollarán durante este fin de semana con dos referentes de la lucha por la paz en Zimbaue, Jenni Williams y Magodonga Mahlangu; Eufrosina Cruz, actual presidenta del Congreso de Oaxaca; Manjula Pradeep, abogada defensora de víctimas de violaciones en India; la argentina Sor Lucía Caram, activista y religiosa dominica que vive en un convento en Manresa (Barcelona); y la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en España (PAH), Ada Colau.

‘Un grito en el silencio. El Afganistán que existe tras el burka y la propaganda’ es el título de la charla con Malalai Joya, «todo un referente en el mundo de la lucha por los Derechos Humanos y la democracia», destacaron fuentes de este foro organizado por el Ayuntamiento de Segovia con la colaboración de Casa África, el campus segoviano de la Universidad de Valladolid, Fundación Orange, Ontex y Turismo de Segovia.

Malalai Joya denunció públicamente la presencia de criminales y ‘señores de la guerra’ en el Parlamento afgano, acusaciones que le valieron su expulsión de esta cámara, continuas amenazas y varios intentos de asesinato. Su suspensión generó además una protesta internacional para su reincorporación, firmada por prestigiosos escritores e intelectuales como Noam Chomsky y políticos de Canadá, Alemania, Reino Unido, Italia y España.

La historia de Malalai es la de ese otro Afganistán que existe tras el burka y la propaganda, de ahí el título de la charla. Nació cuatro días después de que la Unión Soviética invadiera su país (1978). Su padre se fue a combatir al ejército comunista invasor y desapareció en las montañas; y su madre tuvo que huir a un campo de refugiados en la frontera con Irán, y más tarde a otro en Pakistán, para mantener vivos a sus diez hijos.

Malalai inhaló allí toda la literatura que pudo, así que decidió transmitir su incipiente cambio a otras mujeres, incluida su madre analfabeta. A los 16 años, una obra benéfica, la Organización para la Promoción de las Capacidades de Mujeres Afganas (OPAWC), le hizo una atrevida sugerencia: volver a Afganistán y establecer, bajo la dictadura talibán, una escuela clandestina para niñas. Y lo hizo.

‘Los señores de la guerra’

Justo antes de los ataques del 11-S quiso crear una clínica para mujeres pobres pero, cuando los talibanes se retiraron, fueron reemplazados por ‘los señores de la guerra’, que ya habían gobernado el país anteriormente. En ese momento, Malalai se dio cuenta de que los derechos de las mujeres habían sido traicionados: «Occidente cree que la brutalidad hacia las mujeres comenzó con el régimen talibán. Pero muchas de las peores atrocidades fueron cometidas por los fundamentalistas muyahidines durante la Guerra Civil entre 1991 y 1996», sostiene.

La joven política y activista relata que estos criminales introdujeron las leyes que oprimían a las mujeres, seguidas por los talibanes, y ahora volvían al poder respaldados por EEUU. Afirma que retomaban de este modo su «antigua costumbre de utilizar la violación para castigar a sus enemigos y recompensar a sus combatientes, destruyendo todo lo que en los años 50 las afganas habían logrado: una cultura abierta para las mujeres«.

«Las guerras e invasiones lo aplastaron todo», prosigue Malalai, que tiró el burka y se presentó a candidata al Parlamento. Fue una de las pocas que se ganó el puesto por auténtica elección, y se enfrentó a cara descubierta a los fundamentalistas religiosos.

«Uno jamás puede renunciar a la verdad. Y no tengo miedo de morir pronto si ello contribuye a la causa de la justicia. Ni siquiera la tumba puede acallar mi voz, puesto que hay otros que continuarán después de mí», confiesa Malalai en su libro de memorias ‘Raising my voice’, traducido al castellano por Kailas Editorial con el título ‘Una mujer contra los señores de la guerra’.

 

Chevi Muraday y Marta Etura

Teatro y danza protagonizan una de las actividades paralelas a las charlas con ‘Return’, este viernes a partir de las 22 horas en la antigua prisión segoviana. La obra es del coreógrafo y bailarín Chevi Muraday, quien subirá al escenario acompañado por Marta Etura, conocida hasta ahora como actriz y directora de cine y teatro, además de vicepresidenta de la Academia de las Artes Cinematográficas de España.

‘Return’ es un montaje donde la danza y la palabra dialogan en un mismo plano, sumergiendo al espectador en las relaciones de pareja, en las frustraciones que se originan ante las expectativas propias y las generadas por la sociedad. El resto de las actividades programadas dentro de este IV Encuentro, que se desarrollará del 14 al 23 de marzo, puede consultarse en el sitio web ‘mujeressegovia.wordpress.com’.

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