Por sexto año consecutivo, el Club Deportivo de Tiro Olímpico Santa Catalina, en sus instalaciones de Hontanares de Eresma, celebrará una de las Fases de la Copa Presidente de la modalidad Recorridos de Tiro (RR.TT.); clasificatoria para el Campeonato de España. Cuenta este año con casi 250 tiradores inscritos, procedentes de toda la geografía española.

La prueba consta de 12 recorridos (stages) diferentes en los que los tiradores ponen a prueba su pericia, destreza, precisión y agilidad, así como el dominio de las técnicas de tiro con ambas manos. Cada stage es controlado por un árbitro auxiliado por un anotador y parcheadores.

La competición se desarrollará durante los días 27 y 28 del presente mes, si bien el 27 es el denominado prematch, en el que sólo compiten el equipo arbitral y determinadas incidencias autorizadas por el responsable de la competición.

El Club de Tiro Santa Catalina abre sus puertas e invita a todos a presenciar y disfrutar de auténticas exhibiciones de precisión de manos de tiradores de reconocimiento internacional

La modalidad “Recorridos de Tiro” tiene su origen en el año 1943 bajo la denominación IPSC, en competiciones y ejercicios que desarrollan habilidades para un combate cercano con armas de fuego en las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en países como EE.UU., era más conocido como Tiro Militar Avanzado.

En 1947 se extrapola esta disciplina al ámbito civil y en los años 60 es muy amplio el sector de aficionados al tiro que practica este tipo de ejercicios y competiciones. En 1973 se empieza a organizar tanto técnica como legalmente y llegamos a 1975 donde las competiciones de RR.TT. son de carácter internacional.

En España es en los años 80 donde la modalidad IPSC empieza a calar y la Real Federación de Tiro Olímpico designa una comisión que estudie en profundidad las características y desarrolle una normativa acorde con la legalidad vigente.

El espíritu de esta modalidad se basa en tres conceptos fundamentales: precisión, potencia y velocidad; de ahí la máxima de la disciplina “Diligentcia, vis, celeritas”. No es tan importante la forma física del tirador como la seguridad en la manipulación de armas y municiones.

La seguridad individual y colectiva prima sobre cualquier otro concepto. En estos años pasados, los stages (recorridos) organizados y realizados por los tiradores, han supuesto una gran cantidad de disparos efectuados en las instalaciones y no ha habido que lamentar ninguna desgracia y es nuestro deseo que así siga siendo y, gracias a la seguridad que rige, no observemos ningún incidente.

Los ejercicios son muy dinámicos y los blancos, que en IPSC (RR.TT.) se denominan tarjetas; tiene unas características muy concretas que sirven para determinar la precisión y habilidad de cada tirador. También se suelen colocar los denominados “metales”, que son eso, piezas metálicas de unas características muy concretas, que el tirador debe abatir para puntuar o avanzar en el recorrido del stage. Cada tarjeta debe recibir, al menos, dos impactos, en alguna de las zonas dibujadas (Alfa, Charly, Delta en orden de mejor a menor puntuación), un disparo fuera de la tarjeta se denomina “miss”. Los metales se deben abatir con un solo disparo a ser posible, en algunas ocasiones estos metales activan tarjetas móviles.

Las categorías de la disciplina son Estandar, Clásica, Producción y Open y serán las diferencias entre armas y calibres las que determinen donde queda encuadrado cada tirador en función del arma que use. Se pueden usar pistolas, revólveres e incluso rifles o escopetas, si bien esta última variante todavía en España tiene sus pegas administrativas coyunturales.

Las posiciones de partida para cada stage son cambiantes y a veces muy sugerentes; desde posiciones en pie a sentados o incluso tumbados; arma enfundada o incluso alejada del tirador y separada de los cargadores.

Los tiradores se organizan en escuadras que van recorriendo los diferentes stages hasta finalizar el total de los que la competición se compone

El árbitro, antes de iniciar el ejercicio con cada escuadra, explica de forma precisa cómo es el recorrido y las incidencias que pueden concurrir y cada tirador dispone de un tiempo para ejecutarlo en seco e interiorizar la posición de tarjetas y metales, así como los cambios de cargador necesarios, o los tramos en los que la posición del arma podría incurrir en una descalificación.

Además de estos árbitros en cada stage, existen otros responsables del correcto desarrollo de la prueba, tanto desde un punto de vista arbitral como de control de armas y municiones.

Un tirador que no esté realizando un ejercicio no puede manipular el arma indiscriminadamente; lo debe hacer en zonas seguras habilitadas al efecto para minimizar riesgos de accidentes. El incumplimiento de esta norma supone la descalificación automática de la prueba, cuando no una sanción de mayor rango.

Al finalizar la competición los tiradores acuden a los tablones donde están puestas las clasificaciones de la prueba con especificación de puntuaciones y tiempos de cada uno de ellos para cada uno de los recorridos realizados; de esta forma se comprueba que no hay errores en la transcripción de los datos recibidos en introducidos en los ordenadores mediante una aplicación informática específica de RR.TT. Cualquier anomalía, fallo o error es subsanado y rehecha la clasificación.

La vestimenta del tirador, sin ser uniformidad general, si debe reunir unos requisitos concretos, se prohíben determinadas prendas (por ejemplo las militares) porque su diseño o apariencia quiere marcar un límite entre lo que se desarrolla en los ámbitos de FAS y FyCSE y el civil.