Más de 2.000 seguidores en Facebook, más de 9.000 seguidores en Twitter, y su última obra a punto de presentarse mañana día 28 de febrero en la librería EntreLibros… Y tan sólo 21 años. Elvira Sastre Sanz, segoviana de sensibilidad probada y desbordante, se perfila como una de las jóvenes relevo de un género literario que sobrevive gracias a personas que, como explica ella mismo, ven la poesía como «un desahogo, un salvavidas, una condena porque a veces solo es olvido y una suerte porque me deja inventarme formas de amar inexistentes. La poesía es mi manera de no sentirme nunca sola».

Con 15 años ya ganó su primer premio. Fue en el Concurso de Cuentos de Emiliano Barral, organizado por el I.E.S. Andrés Laguna, pero todo empezó como suelen empezar estas cosas. «A los 12 ó 13 años, no recuerdo bien, me enamoré de una forma muy platónica y lírica. Como no podía confesarme me desahogaba en el papel. Escribir se convirtió en una especie de consuelo, de abrazo a mí misma, de libertad. También era un poco mentira -o verdad a mi modo- pero bueno, de eso va la literatura» confiesa Elvira.

Quizá por esos comienzos, el amor como inspiración de los primeros versos, la temática de Elvira transcurre en su mayoría a través de lo sentimental, aunque, y citando a Celaya, Elvira Sastre explica que también hay lugar para la crítica. » ‘la poesía es un arma cargada de futuro’, y en un tiempo tan cargado de discursos plagados de mentiras es necesario recuperar la belleza de la palabra e intentar salvar el alma humana». Por eso, y aunque en ocasiones el día a día se presente como una realidad  dramática, esta joven de 21 años  es capaz de encontrar lo ‘bello del vivir’ en cualquier lugar, «incluso en el autobús camino de la universidad. A veces es agotador ver el mundo así, es un goteo constante en el pecho y frustra no ser capaz de resumir todos los pequeños detalles que muestra la vida en un pequeño instante. Creo que los poetas intentan describir lo que es indefinible, y por eso las musas suelen ser para toda la vida -aunque unas veces hablen más fuerte que otras».

El libro, que incluye varios poemas de temática variada, en su mayoría sentimental, y algunas frases ilustradas por Adriana Moragues, dibujante sevillana, recoge cuarenta y tres poemas, de ahí su título. Junto a ella presentará el libro en su ciudad. Aunque su autora no sabría con cual quedarse ya que «sería como elegir una parte del cuerpo o un pensamiento a lo largo del día», confiesa que tiene especial cariño al dedicado a su padre y que lleva por título ‘Antes (poema a la manera de mi padre para mi padre)’.

Editado por Lapsus Calami, esta segunda edición, tras vender 500 ejemplares, bebe de influencias tan diversas como las de las letras de Benjamín Prado, Pedro Andreu, Karmelo C. Iribarren, Isabel García Mellado, Marwan, o Patricia Rojo entre otros. Autores de cabecera para una autora que aspira a trabajar en el mundo de las letras de las canciones para «aprender otra forma de escribir poesía aunque prefiere no plantearse objetivos ya que «si se cumplen el futuro pierde su sentido. Prefiero guardar mis sueños debajo de la almohada y encontrármelos de repente y sin esperar, que es lo que me está pasando ahora».

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