El catedrático de Secundaria, crítico de arte y ex profesor de la UNED Jesús Mazariegos, ha fallecido el 7 de julio en Segovia tras una larga lucha contra el Parkinson. Mazariegos fue fundador y ha sido también durante más de veinte años presidente de la Asociación Parkinson Segovia, que convirtió en una de las más dinámicas de la ciudad, y donde su actitud ha constituido un ejemplo tanto para los enfermos como para el resto de la sociedad. Afable y discreto, pero decidido siempre y con ganas de luchas, Jesús Mazariegos marcó un antes y un después en la difusión y conocimiento de su enfermedad.

Mazariegos ejerció su magisterio en Historia de Arte en el Instituto Francisco Giner de los Ríos y desde sus aulas transmitió la pasión por el arte a varias generaciones de jóvenes segovianos. Más tarde prolongó su compromiso con el arte actual por medio de sus críticas y reseñas de exposiciones en la edición de Segovia de El Norte de Castilla. Sus textos sobre pintura están distribuidos en numerosas publicaciones, y probablemente nadie ha escrito más sobre pintura segoviana contemporánea.

Jesús Mazariegos también tenía una potente vena creativa y esa faceta se tradujo tanto en su obra plástica (a la izquierda, su autorretrato) como en su afán por recopilar imágenes de la historia del arte. Justamente sobre eso trató su última exposición, Santos Reciclados, que se celebró a principios de año en La Alhóndiga. En esa muestra, que en cierto modo era un resumen de su vida docente y de pasión por el arte, Mazariegos realizaba un auténtico recorrido por el arte de toda la Historia, a través de 6000 imágenes distribuidas por épocas y por estilos.

La aparición del Parkinson, lejos de desanimarle, hizo que a sus tareas artísticas se uniera una intensa actividad social y movilizadora. De su mano, Parkinson Segovia se convirtió en un referente, y su ejemplo sigue presente en la labor de su actual presidente, Javier Herrero.

Académico honorario de San Quirce, en el acto de recepción de este reconocimiento, que se celebró hace apenas unos días y en el que ya no pudo leer su texto, explicó que se sentía ante uno de sus días de gloria: «Vivamos, pues, todos, estos pequeños momentos de gloria que, a veces la vida no concede y espantemos lo negativo y lo malo (lo que se pueda). Que todos y cada uno podamos gozar, al menos, de algunos días de gloria», explicó.

Los restos mortales de Mazariegos se encuentran ya en el Tanatorio Segoviano San Juan de la Cruz, por el que ha pasado a lo largo del día buena parte del mundo artístico segoviano, así como la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, y la concejala de Cultura, Marifé Santiago.

Imagen: José Luis Saura