La sesión plenaria del ayuntamiento de Segovia aprobó las ordenanzas fiscales y precios públicos para 2016, que incluyen una subida de la tasa del agua que en uno de sus tramos será de un 127 por ciento más.  La abstención del concejal de IU Ángel Galindo y el voto de calidad de la alcaldesa, Clara Luquero, desequilibraron una votación que encontró la oposición del resto de los partidos y que llegaba precedida por las manifestaciones protagonizadas por los vecinos de los Barrios Incorporados, principales perjudicados por la modificación de esta tasa.

A partir del próximo 1 de enero dejarán de disfrutar de la bonificación del 50 por ciento en el precio del agua y de la recogida de basura que tenían desde los años 80. “Todos los barrios de la ciudad son iguales para esta Corporación municipal y son los incorporados los que se atribuyen este calificativo”, zanjó la alcaldesa en declaraciones recogidas por Ical. 

Representantes de los cinco grupos expusieron su postura sobre una cuestión que ha generado la presentación de 584 alegaciones y más de un millar de firmas. El concejal de Hacienda, Alfonso Reguera, defendió “el principio de equivalencia” y aseguró que la tasa que abonarán a partir del próximo años los segovianos “es muy parecida a la de ciudades equivalentes como Ávila, Soria o Zamora”.

El concejal de IU Ángel Galindo, que ya había conseguido introducir un nuevo tramo a la hora de liquidar esta tasa del agua, subrayó la importancia del consumo “responsable” de este recurso. “Las administraciones tienen que fomentar un uso racional del agua y gravar los malos usos. Es muy populista y demagógico que el agua sea barata, pero no vamos a pasar por ahí. Ni tampoco construir embalses que van a costar decenas de millones. Tenemos que concienciar a la ciudadanía en un consumo responsable”, argumentó.

Por su parte, el edil de UPyD Cosme Aranguren alertó de que la modificación “penaliza a las clases medias” y criticó que el Ayuntamiento de Segovia abastezca de agua al municipio de Palazuelos de Eresma pese a no contar con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), “mientras en Segovia tiramos de los acuíferos de Madrona, que son muchos más caros”.

La concejala de Ciudadanos María José García Orejana pidió que el cambio vaya acompañado de un estudio de la capacidad económica y abundó en que “existe una penalización al tramo intermedio, que es el mayoritario”. “La subida no sigue una progresividad lógica”.

Por último, Javier Encinas, en representación del PP, criticó que el gobierno municipal sólo había aceptado la propuesta realizada por IU, “que empeora la propuesta inicial” y, al igual que UPyD, solicitó solucionar los problemas que provocan que una tercera parte del agua se pierda en las redes de abastecimiento”, además de subrayar que “habrá que hacer estudios para ver la proporcionalidad de la tasa”.

Después de un segundo turno de intervenciones, el concejal de Hacienda, Alfonso Reguera, volvió a tomar la palabra y aseveró que, por ejemplo, “Madrona no podría contar con sus impuestos con las instalaciones deportivas que tiene, ni Torredondo podría haber asfaltado su carretera”. “Los barrios incorporados se llevan quejando desde 1971 de agravios, pero desde entonces ninguno ha solicitado la segregación de Segovia. Están muy bien abastecidos y Segovia los apoya. Es impresentable que el presidente de la Federación de Vecinos de los Barrios lncorporados diga que Segovia se aprovecha de los acuíferos de Madrona”, concluyó.