Le recordaremos atrapado en una cabina de teléfono, o acosando a las suecas que atracaban en Marbella. Le recordaremos capitaneando la peor banda de la historia del crimen español, o le recordaremos con peluca vestido de mujer. Pero sobre todo, le recordaremos. José Luis López Vázquez, uno de los mejores y más prolíficos actores del cine español, moría hoy a los 87 años de edad y dejaba al cine español un poco más solo.

Bajito, feo, algo gritón y vistiendo sus sempiternas gafas, López Vázquez hizo reir a los españoles en aquellos años grisis. Los años de las corralas madrileñas, los buscavidas, la escasez, los patios de vecinos, los seiscientos y, ya más adelante, las vacaciones en familia y las tremendas suecas en bikini. Probablemente, la mejor época del cine español.  Aunque firmó grandes interpretaciones en los ochenta y los noventa, los sesenta y los setenta fueron sus mejores años.

López Vázquez interpretaba como nadie a dos de los arquetipos españoles de la época: el pillo fracasado al que nunca le sale nada bien y el panoli honrado que trata de salir adelante sin mucho éxito.  Una especie de Jack Lemmon a la española. Él, Alfredo Landa y Toni Leblanc encarnaban como nadie el espíritu de la época.

Su peculiar estilo y aspecto físico lo encasillaron en papeles cómicos con interpretaciones tan memorables como en ‘El Pisito’ (Marco Ferreri, 1959),’Plácido’ (Luis García Berlanga, 1961), ‘Atraco a las tres’ (José María Forque, 1962), o ‘La Gran Familia’ (Fernando Palacios, 1962). Sin embargo, demostró tener talento para el drama, con peliculones como ‘La cabina’, de Antonio Mercero, o ‘Pippermint Frappé’, de Carlos Saura.

Trabajó con los más grandes; con los mejores guionistas, los mejores directores y los mejores actores. Pepe Isbert, Rafael Azcona, Emma Penella, Gracita Morales, Alberto Closas, Rafaela Aparicio, Berlanga, Saura…

Mucho antes de los años de Pe y Almodóvar, a López Vázquez le ofrecieron trabajar en Hollywood. Nada más y nada menos que George Cukor se ofreció como padrino para dar el salto. Él, fiel a España, prefirió quedarse. Nos deja 259 maravillosas interpretaciones.

En el año 2003, y en nuestra ciudad, López Vázquez recibía uno de los múltiples premios que, en los últimos años, han puesto el broche de oro a su prolongada carrera.  La primera edición del Certamen de Cortometrajes La Parrilla de San Lorenzo, que organiza este barrio segoviano, le rindió un cariñoso homenaje. Allí, entre amigos y compañeros, el desaparecido artista volvía a hacer gala del amor que sentía hacia el cine. Entonces indicaba que “siempre que haya un comportamiento social y relaciones entre las personas, habrá cine”. “Siempre es bueno que se ayude y se estimule, pero no solo por los gobiernos, sino por los propios espectadores, que son los más importantes”, decía tras considerar que el cine español sobreviviría a las crisis.

Hoy el cine llora su muerte. Se despide de todos subido a un último escenario, el del Teatro María Guerrero de Madrid, donde mañana, a partir de las tres de la tarde, se instalará la capilla ardiente.
En el año 2003, y en nuestra ciudad, el actor José Luis López Vázquez recibía uno de los múltiples premios que, en los últimos años, han puesto el broche de oro a su prolongada carrera.  La primera edición del Certamen de Cortometrajes La Parrilla de San Lorenzo, que organiza este barrio segoviano, le rindió un cariñoso homenaje. Allí, entre amigos y compañeros, el desaparecido artista volvía a hacer gala del amor que sentía hacia el cine. Entonces indicaba que “siempre que haya un comportamiento social y relaciones entre las personas, habrá cine”. “Siempre es bueno que se ayude y se estimule, pero no solo por los gobiernos, sino por los propios espectadores, que son los más importantes”, decía tras considerar que el cine español sobreviviría a las crisis.
Hoy el cine llora su muerte, no es para menos. Se ha marchado uno de los grandes.

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